el arquero. artículo publicado en la razón

Por Kiko Narváez

Lo de Forlán el sábado en el Bernabéu fue espectacular. El partidazo que firmó el uruguayo fue para enmarcar. Salvo una pelota que perdió en la primera mitad, todo lo que hizo lo hizo perfecto. Forlán es un superhéroe del fútbol, es la kriptonita del Atlético y en torno a él y al gran planteamiento de Abel Resino, que leyó el partido mejor que su colega Juande Ramos, el Atlético mereció ganar de una vez por todas al eterno rival. Este ‘Sport Billy’ charrúa, que se sale en cualquier deporte que practique (tenis, golf, fútbol…), es un modelo, un canón, una referencia para cualquier futbolista. Se vació en defensa y tiró los contragolpes perfectos, salvo en la definición, de los colchoneros con solvencia y criterio. Fresco, ágil, con una zancada limpia de medifondista, fue igual de generoso con los de arriba facilitando la llegada a la meta de Iker al Kun, Maxi, Simao y Sinama. que con el doble pivote formado por Camacho y Assuçao, al los que echó siempre un cable en la salida del balón y en la presión. Atacó y defendió, solo le faltó ponerse un Casco Azul por lo que ayudó a todo el mundo en el Bernabéu, Si Kofi Annan siguiera en su cargo le habría fichado de embajador de la ONU tras ver su exhibición solidaria en el Bernabéu

Con Folrán en este estado de gracia y el Kun ahí arriba, porque lo de otro día fue un accidente y marcará muchos goles, el Atlético puede perfectamente seguir adelante en la Champions y dejar en la cuneta al Oporto el miércoles. Porque el Kun no tuvo su día, aunque estuvo ahí siempre y la lío en todo menos en el gol, la suerte suprema del fútbol. No pude dejar de acordarme de Fernando Torres. Menos mal que no fue el Niño el que falló tanto como Agüero el otro día, porque sino se tendría que haber marchado en helicóptero ante la que se le hubiera venido encima por sus detractores, también muchos del Atlético. Y Fernando, que no tuvo de rojiblanco ningún día bueno ante los blancos, jugaba más solo y desamparado que el Kun. Y tenía que bajar a defender hasta en los córners.

Volviendo al gran Diego Forlán, me cuentan las palomas mensajeras que en el palco del Bernabéu alguno se estaba mordiendo las uñas y lamentándose de no haber firmado al uruguayo como delantero madridista. Dicen que lo intentaron Mijatovic y Bucero, pero que Calderón no quiso saltarse el pacto de no agresión con el Atlético. Recordando el partidazo de Folrlan me da la sensación de que a Bo Derek le ha salido competencia. Ella era la mujer 10 y Forlán es el futbolista 10. Un superman del fútbol.