MATA-DOR. ARTÍCULO PUBLICADO HOY EN MARCA

Abel Resino debería continuar como entrenador del Atlético de Madrid si consigue el objetivo de clasificar al equipo colchonero para la Champions. Sería lo justo y hasta lo lógico, si existiera la lógica en el fútbol, porque se le contrató para ese objetivo y si lo logra debería seguir.

Pero el técnico de Velada no tiene garantizada su continuidad aunque logre la ansiada, y obligatoria para la viabilidad económica del club, clasificación para la Champions. Sucede que los dirigentes del Atlético no coinciden todos en la conveniencia de la renovación de Abel. Y que ya se ha empezado a planificar la próxima plantilla.

Sin tener segura tampoco la continuidad del director deportivo, se ha empezado ya a planificar a partir del sistema 4-2-3-1 para configurar el plantel de la próxima temporada. Y aseguran fuentes próximas a los que mandan en el Atlético de Madrid que se debaten entre la contratación de Juande Ramos o la de Quique Sánchez Flores, sin dar apenas opción a la renovación de Abel Resino.

Toda decisión en el plano deportivo, como la renovación, o no, de Abel y la continuidad, o no, de Jesús García Pitarch, debe votarse en el Consejo de Administración del Atlético de Madrid.

Esa consulta debe realizarse. Pero sólo en teoría, porque, por ejemplo, la continuidad de Javier Aguirre la pasada campaña se decidió unilateralmente por el consejero delegado Miguel Angel Gil Marín, ante el enfado de varios consejeros por no haberles consultado. Igual sucedió con algún fichaje, como el de José Antonio Reyes, que fue fichado con todos los estamentos del club en contra, pero fue una decisión del que manda.

Por tanto, Abel no tiene garantizada su continuidad ni aún clasificando al Atlético para la Liga de Campeones. Al ‘Gato’ no le afecta esta incertidumbre porque se la jugó a todo o nada por entrenar y meter en Champions a su equipo del alma.