Y este cuento se acabó (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
De manera, triste y cruel. Me atrevo a decir que inmerecida, pero el cuento no dá para más y no queda otra que darlo por concluido. Demasiado tiempo nos ha entretenido pero el epitafio estaba escrito. Ahora, en este largo y tortuoso final de liga, es cuando el Real Madrid hace públicas las vergüenzas que su orgullo ha sido capaz de esconder durante tanto tiempo. Ya no es posible escapar de los evidentes desequilibrios que atacan a esta plantilla, que ha chocado con la mayor dureza posible con la brutal realidad que representa su falta de modelo y su ausencia de estilo. Sin referentes de talla mundial, sin atenciones ni cuidado a la cantera y desangrándose permanentemente por las crisis institucionales que amenazan con derribar incluso el sagrado templo del Santiago Bernabeú. Con Raúl cansado de ser el culpable de todos los males de este mundo y combatiendo con espada espartana a los cañones y los tanques de un ejército siniestro. Con Guti saliendo al paso de todo tipo de retorcidas patrañas sentimentales y repeliendo con su envidiable rebeldía las más rancias teorías que desde el “más allá” son capaces de patentar. Y hasta Casillas aparece en el paredón con el pelotón frente a él preparando armas ante la maquiavélica ansiedad que ya se detecta entre los devoradores de hombres blancos que salen de cada esquina. Se acabó. R.I.P. The End. Adiós.
A la espera de la llegada de un nuevo presidente, el sexto en poco más de dos años, el madridismo se debate entre la faraónica colección de ilustres estrellas que amenizan las portadas de los periódicos en nombre del “ser superior”, y la escasamente mediática llamada a los más tradicionales orígenes que aconsejan los excesos de estos últimos tiempos. Tiempos de despilfarro económico, de luchas intestinas por un poder omnímodo y absoluto. Tiempos de mucho desafecto y poca gratitud. Mejor Gravesen que De la Red, Pablo García que Borja Valero, Diogo que Arbeloa, Cassano que Jurado, Saviola que Soldado, Van der Vaart que Granero, Drenthe que Miguel Torres, Dudek que Codina, Van der Vaart que Granero, Huntelaar que Negredo….
Cuando el Madrid ganó en París al Valencia, ganando su octava Copa de Europa, su alineación presentaba siete jugadores españoles (Casillas, Michel Salgado, Ivan Campo, Karanka, Ivan Helguera, Raúl y Morientes) además de un nacionalizado (Fernando Redondo). Cuando el Barcelona juegue en Roma la próxima final de la Copa de Europa contra el Manchester United, su alineación podría tener perfectamente seis jugadores españoles formados en su cantera (Victor Valdés, Puyol, Piqué, Xavi, Busquéts e Iniesta) además de un argentino formado igualmente en La Masia ( Leo Messi) y un suplente de garantías con la misma condición de canterano (Bojan Krkic). Los dos entrenadores que representan este modelo, Vicente del Bosque y Pep Guardiola, llegaron a ser referentes del primer equipo pasando por todas las categorías inferiores de los dos clubes. ¿Casualidad?
Duro ¿so suena?
Escrito por Matallanas | 6:09 p. m. | Enlace permanente