“¡Toma canguelo! ¡Vamos Barça!”
“¡Toma canguelo! ¡Vamos Barça!”. Xavi Hernández escenificó con estos gritos eufóricos, que soltó al llegar la zona mixta del Santiago Bernabéu, la incontenible alegría que se había vivido unos minutos antes en vestuario visitante del estadio del Real Madrid. Los jugadores del Barça llegaban muy picados al clásico más decisivo de los últimos años y se exhibieron e impusieron su fútbol con una goleada que quedará para los anales de la historia azulgrana. “¡Toma canguelo! ¡Vamos Barça!”, volvió a repetir Xavi Hernández cuando abandonaba la zona mixta dejando atrás al centenar de periodistas que abarrotaba el lugar.
Pep Guardiola también mandó en su comparecencia de prensa tras el partido un mensaje al entorno mediático madridista. Con estilo y sin estridencias el entrenador del Barcelona, que reconoció haber vivido uno de los mejores días de su vida, manifestó que el madridismo mediático debería tomar nota del saber estar de Raúl y Casillas. Lo del canguelo que presumiblemente se vivía en Can Barça que se difundió desde Madrid sirvió de acicate y como elemento motivador a una plantilla muy confiada en sus posibilidades y, sobre todo, en su fútbol, el mejor que se practica en la actualidad en el mundo, por eso repetía Xavi Hernández, en una escena que no fue desagradable sino que recordaba a cuando los internacionales españoles aparecieron en la zona mixta del estadio de Viena donde ganaron la pasada Eurocopa, esos gritos de “¡Toma canguelo! ¡Vamos Barça!” Los culés sintieron anoche que ya eran campeones de Liga. El canguelo y los nervios nunca llegó al vestuario. Aunque en su entorno mediático si había síntomas de esa madriditis histórica, el mérito de Guardiola ha sido no dejarse influir e impermeabilizar a su plantilla contra ese entorno que en otras ocasiones si le había perjudicado al equipo. Y Guardiola tampoco tomó ninguna decisión táctica extraña por jugar en el Bernabéu como hizo Cruyff en alguna ocasión. Pep se mantuvo fiel a sus ideas y sacó el once más ofensivo posible con alguna pequeña variante táctica que le salió a la perfección, como poner a Messi de delantero centro.
Juande Ramos reconoció la superioridad de los culés. Pero su gesto se torció cuando le recordaron que pese a su espectacular y elogiable remontada no había conseguido ganar los cinco partidos más importantes de la temporada para el Real Madrid: empató ante el Atlético de Madrid y perdió los dos encuentros de Champions ante el Liverpool y los partidos de Liga ante el Barcelona. El entrenador del Real Madrid decidió jugarle al Barça de tu a tu y no se encerró como planteó el partido en el Camp Nou. Juande reconoció veladamente que las críticas que recibió tras el partido de ida porque su equipo había jugado como un equipo pequeño le invitaron a plantear el partido a ir a por el Barça. Pero el rostro de Juande desprendía un halo de tristeza porque parecía consciente que la humillante derrota que sufrieron anoche ante el Barça y no ganar la Liga convierten prácticamente en irrealizable su objetivo de continuar en el banquillo del Real Madrid la próxima temporada.
Amancio no aguantó la humillación
Los madridistas no hubieran aceptado que el Real Madrid se encerrara como lo hizo en la ida o como lo hizo el Chelsea la pasada semana en Champions. Pero se fueron muy disgustados del Bernabéu. Como anécdota sintomática y descriptiva se puede resaltar que el Bernabéu casi se vacía tras el 2-5 y que cuando faltaba un cuarto hora ilustres veteranos del Real Madrid como Amancio, Zoco o Pérez Payá abandonaban el palco abochornados por la impotencia y vergüenza que sentían a consecuencia del repaso que dio a su equipo de alma el FC Barcelona.
La distancia entre el Barcelona y el Real Madrid era de cuatro puntos en la clasificación de la Liga, después de la meritoria persecución que había realizado el Real Madrid de la mano de Juande Ramos. Pero la distancia en el juego de culés y merengues era abismal y ayer ese histórico 2-6 reflejó la enorme diferencia entre el fútbol que practican los de Guardiola y el que practican los de Juande. El buen gusto y el toque se impuso a la fe y la competitividad. La decisión táctica de Guardiola de meter a Messi de delantero centro y colocar a Etoo de extremo, luciendo menos el camerunés en beneficio del colectivo, destrozó la pizarra de Juande Ramos, que se ha visto superado tácticamente por el propio Pep y por Rafa Benítez en los dos partidos en los que se ha enfrentado a ellos, respectivamente.
"¡Se pinchó el globito!", exclamaba un aficionado madridista al salir del Bernabéu. “¡Demasiado ha durado!”, le contestaba otro resignado y un tercero se añadía a la pesimista y desilusionada tertulia: “Lo que más me fastidia es que nos han ganado el 2 de mayo, que la fiesta de la Comunidad de Madrid la van a celebrar en Cataluña”. En otro corrillo de madridistas resignados uno habló con guasa tiznada de desazón: “El más perjudicado de esta derrota es el Atlético de Madrid”. "¿Por qué?”, le preguntaba otro. “Porque vamos a perder contra Valencia y Villarreal y no se van a meter en Champions”. El que no se consuela es porque no quire.
El 2-6 deja paso a las elecciones a la presidencia que se celebrarán, supuestamente, el próximo 14 de junio. Pero todo indica que Florentino Pérez será candidato único y que el 1 de junio tomará posesión de nuevo de la presidencia del Real Madrid. Y le queda mucho trabajo por delante porque el Barcelona demostró ayer que domina el fútbol español. Y el miércoles quiere meterse en la final de Champions para demostrar que también su fútbol vistoso y espectacular vale para ganar la Liga de Campeones. Y el Real Madrid debe hacer una revolución para volver a jugar bien al fútbol. Porque, generalmente, cuando juegas bien, ganas. Como el Barça.
Escrito por Matallanas | 6:20 p. m. | Enlace permanente