La angustia del descenso
La sensación más angustiosa para un equipo es la de luchar por no perder la categoría. Cuando el Atlético de Madrid se metió en la pelea para evitar el descenso en la campaña 99/2000, los aficionados iban haciendo cuentas y nunca salían y el equipo, asfixiado por una intervención judicial, se fue a Segunda irremisiblemente. Esta temporada, varios equipos que parecían sentenciados han conseguido salir. Empezando por el Málaga que en la primera vuelta parecía candidato a bajar y se ha convertido en el equipo revelación de la Liga, pasando por el Osasuna y el Espanyol, que aún pueden descender, pero han logrado salir del pozo cuando parecían descendidos.
Numancia, cuya presencia en Primera ya es una proeza, se equivocó gravemente al destituir a Kresic y Pacheta no ha sido capaz de enderezar un rumbo lógico, además apenas ha utilizado el factor Quero, un futbolista distinto capaz de romper un partido, para intentar romper la dinámica perdedora. Y Lucas Alcaraz, trabajando correctamente como siempre, tampoco está pudiendo salvar al Recre, que también parece condenado al descenso. El Sporting de Gijón es otro de los candidatos firmes a falta de cinco jornadas. Los de Manolo Preciado se merecían consolidarse de nuevo en Primera, pero encajar 72 goles es una barbaridad para un equipo de la máxima categoría. Aún así los tres se pueden salvar matemáticamente en las cinco jornadas que restan. De hecho Recre y Sporting tienen las mismas opciones estadísticas de salvarse que el Real Madrid de ser campeón.
El Getafe peleará con Michel en el banquillo por evitar regresar a Segunda después de cinco temporadas de gloria, inesperada y sorprendente para el modesto equipo madrileño, en la elite del fútbol español y hasta europeo, con su gran actuación en la Copa de la UEFA, alcanzado incluso dos finales de Copa del Rey. Lo del Geta ya es un milagro, pero ya se había convertido en una realidad su presencia en Primera. Lo tendrá difícil, pero cuenta con opciones de salvarse. Espanyol, Osasuna y Betis sufrirán y se pueden caer de nuevo al pozo como duden y el Racing parece salvado, aunque no puede dormirse.
La angustia es aún mayor por motivos económicos. Ahora que José Luis Astiazarán ha sido reelegido presidente de la Liga Nacional de Fútbol Profesional deberían volver a plantearse los clubes de la patronal del fútbol español una negociación colectiva para, como sucede en Inglaterra, garantizarse una viabilidad económica y en caso de descender mantener los mismos ingresos por derechos televisivos que en Primera. Debían ir todos a una por su bien y por el bien de la Liga. Porque los dos que van a lo suyo y negocian individualmente (Barcelona y Real Madrid) sacan 25 y 21 puntos al tercero, respectivamente, a falta de cinco jornadas. Y eso es una barbaridad.
Escrito por Matallanas | 5:26 p. m. | Enlace permanente