Sobre treintadosavos, bicefalías, vuvuzelas y margaritas
crónicas africanas
Hemos llegado hace ya un rato de Durban. Viajamos en avión a Johannesburgo y luego en autocar a Potchefstroom, localidad del cuartel general de la Selección y los periodistas. La derrota nos ha dejado a todos tocados los que estamos por aquí. Imagino que en España también se habrá apoderado de la afición cierto desasosiego. Aunque intentamos no creérnoslo, era inevitable creérselo un poco después de tantas victorias y tan buen juego.
El regreso ha estado presidido por una conversación recurrente en la que se hacían cuentas. "Si Suiza y Chile empatan... Si Chile gana a Suiza... Si Suiza gana a Chile..." La conclusión de los enviados especiales pasa por la obviedad de que nos quedan dos finales y hay que ganarlas. Es algo así como la redefinición de nuestra competición y la obligatoriedad de jugar unos treintadosavos y unos diceseisavos de final para meternos en octavos de final. Lo de ser primero o segundo de grupo, en estos días que van del primer a segundo partido es algo secundario. Lo único que importa es pasar.
Tras las cuentas, se inició tímidamente, la comparación, evitada con disimulo por todos, entre Luis y Del Bosque. Debate al que se sumó el propio Aragonés con sus declaraciones sobre España. Había compañeros muy críticos con Luis por opinar sobre La Roja. ¿No tiene derecho el ex seleccionador a hablar sobre su ex equipo? Yo creo que sí...
Me ha llamado la atención en la zona mixta la sensación de abatimiento que ha mostrado Fernando Hierro al atender a los periodistas. Parecía hundido. Del Bosque salía campechano y amable, como siempre. Esta bicefalía que dirigen la selección no puede mostrar síntomas de desapego ni desasosiego en ninguna de sus partes por haber perdido el primer partido.
Entre todos los enviados especiales han aparecido los fantasmas del pasado, los de esa España casi siempre con fútbol y competitiva, pero sin suerte. Sólo se vinieron arriba mínimamente al aterrizar en Durban y escuchar a Los Chunguitos con su 'Dame veneno', en honor a Pablito García, el 'Suspiros de España' y el 'Soy Minero' de Antonio Molina.
Quedaban dos horas aún en autocar para llegar a nuestros hoteles y en esta ocasión el conductor del autocar ha empleado su cuota obligada en este viaje de perderse en cada trayecto al llegar a 'Potch'. En Durban también hubo un conato de pérdida en el trayecto, corto, del hotel al estadio, pero se consiguió evitar in extremis e, incluso, aparcamos bien.
Aún me zumban los oídos de las dichosas vuvuzelas. Mucho se habló en la Copa Confederaciones de las famosas trompetas, pero hasta que los tímpanos no las sufren in situ durante todo un partido no te haces a la idea de lo insoportable que es oír ese zumbido sin parar durante más de dos horas. Se dijo el año pasado que el sonido era una grabación en cada estadio, a la que subían y bajaban el volumen. Y eso es lo que parece totalmente. Porque es imposible que nadie puede estar soplando ese antipático instrumento para el oído tanto tiempo y con tanta fuerza. De hecho, los fotógrafos afirman que no se ve a ningún grupo tocando la vuvuzela cuando lo buscan para hacerles una instantánea.
La estancia en Durban han sido dos días agradables, salvo por el partido, por supuesto, y los problemas con internet en los hoteles (tampoco había en el de los jugadores). El martes nos llevaron a un Acuarium, contaban que el tercero del mundo, donde pudimos ver todo tipo de peces. El tiburón, que habita en el Oceano Indico que baña las playas de Durban, es la estrella del recinto, que se asemeja a cualquier zoo español. Entre escualo y escualo, había dos zulús que posaban para que el visitante se retratara con ellos y hubo que hacerse una fotito, claro.
Manolo el del Bombo animo el cotarro en todo momento en las dos jornadas que pernoctamos en Durban. Y cuando estaba tranquilo paseando, algún compañero le animaba y Manolo se venía arriba. Hay periodistas que le han cogido mucha manía a Manolo, pero no se puede demostrar su teoría de que no da mucha suerte, principalmente porque la Euro2008 también estuvo presente y no influyó negativamente en La Roja.
No se me va de la cabeza. La derrota ha sido un palo. Sabemos que hay margen y que España sigue siendo la mejor selección gane o no el Mundial y cualquier excusa es buena porque en el vuelo de vuelta se empezó a hacer una caza de brujas en busca del supuesto gafe. Se empezó a investigar primero por los que no estuvieron en la Euro2008...
Detrás había quedado el saludo a Paco González antes de su debut en una retransmisión de Telecinco con J.J. Santos y Camacho. Paquito está tranquilo con su futuro, aunque aún no lo tiene cerrado. Por cierto, un día de estos iré a debatir en su programa de La Siete. También nos habíamos encontrado con el padre de Senderos. Felipe, español que emigró a Suiza, quien iba ataviado con la elástica de Suiza con el dorsal número cuatro y el nombre de Senderos. Felipe Senderos conocía a varios enviados españoles de los que habían trabajado en la pretemporada del Real Madrid en Nyon. En esa época, el padre de Senderos se acercaba a los entrenamientos del Madrid para intentar que lo fichara el equipo madridista. Siempre hablaba de que su hijo era un fenómeno, pero el Madrid no le fichó y se fue al Arsenal con Wenger.
Una de las cosas que me llamó la atención en el estadio de Durban, además de que la mayoría de los sudafricanos iban con España, con camisetas rojas y banderas rojigualdas, y la Marea Roja ganaba en la grada a los suizos, fueron los jarrones con margaritas que adornaban la sala de prensa. Al deshojar una de ellas salió un sí. ¡Ganamos el Mundial!
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Escrito por Matallanas | 3:34 a. m. | Enlace permanente