Luis bajó del autocar para pedir explicaciones a la policía

La selección española ha despertado una gran espectación en Badajoz. Algo normal para unos aficionados que tienen a su equipo al borde de la desaparación, descendido a Tercera por impago, un Badajoz que se enfrenta al Cacereño el domingo en un derbi regional que se produce hace unos muchos lustros. Unos aficionados que se han enloquecido con la llegada de las estrellas españolas, que poco les ha importando la temprana y desilusionante eliminación de la selección en el pasado Mundial. Unos aficionados que han llenado a la mitad el Nuevo Vivero (unos 7.000) que han hecho colas de dos horas a más de treinta grados para esperar entrar al entrenamiento. Unos aficionados que han aplaudido a rabiar hasta al portero de Lietchestein, que han abucheado a un salvaje de seguridad que ha reducido a patadas a uno de los espontáneos que se han tirado para tocar a los ídolos. Unos aficionados extremeños que no se pueden quedarse con la imagen final que se verá de ellos, de la situación vivida, que mostrarán esta noche o mañana los telediarios. Con la selección bloqueda sin poder salir del estadio, encerrados todos en un autocar que ha tenido que bajar Luis Aragonés para pedir explicaciones a la policía, mientras la única carretera que te lleva al estadio estaba colapsada. Unos aficionados que volverán a disfrutar hoy con sus ídolos. Pero no sé cómo saldrá la selección, y nosotros los periodistas del estadio, si se lía la de hoy. Menos mal que volvemos en chárter y el avión esperará a que lleguemos. A ver si mañana se ve por algún lado a la policía local, que hoy debía estar de libranza y se han 'comido' toda la movida unos desbordados nacionales.