La burla de los compromisarios (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Ser socio compromisario del Real Madrid significa, para la gente de buena fé, que se acepta la responsabilidad de ser depositario de la confianza y de la conciencia del madridismo. De ese madridismo de calle, que no tiene acceso a los órganos de dirección del club, pero que confía en la fidelidad a una misma causa y un mismo destino. A esa gente y muchos miles más, son a los que han traicionado los casi mil quinientos compromisarios del Real Madrid, que el pasado domingo, decidieron eludir su responsabilidad y burlarse de la conciencia madridista al no asistir a la Asamblea Ordinaria del club. En un intolerable ejercicio de pereza, uno más, escenificaron la evidente degradación de un sistema que deja en manos de una minoría irrisoria la toma de decisiones de una de las más poderosas marcas empresariales del planeta. Con su ausencia provocan el bochorno y la vergüenza de los pocos que cumplen con sus obligaciones. Y lo peor es que a nadie parece importarle. No se les despoja de su condición de compromisarios y, al mismo tiempo, se impide que esa noble tarea recaiga en aquellos que estarían tan orgullosos como dispuestos a ejercer como tales.
Hace tiempo que está en duda el modelo de gestión del Real Madrid. No creo que sea un sistema que represente la voluntad de la mayoría. No mientras se someta al estado de ánimo de menos de un veinte por ciento del total de compromisarios. Es decir, menos del uno por ciento del total de la masa social del club. Un disparate. Tan malévolo y falto de garantías para el que lo sufre como para el que lo disfruta. Llega la Asamblea y se desatan los rumores sobre posibles “involucionistas” y su capacidad para echar abajo las cuentas de la Junta Directiva. Cualquiera que se organice y consiga aglutinar el voto de trescientos socios estará en condiciones de manejar el destino institucional del club y alimentar el fantasma de las elecciones. Así de grotesca se resume la estampa al comprobar un año más que la impresentable deserción de compromisarios permite confundir el senado del Real Madrid con el senado de cualquier asociación vecinal formalmente constituida.
Las otras conclusiones de la Asamblea, invitan a dar por buena la rendición del “florentinismo”, incapaz de dar respuesta a la evidencia de los títulos de liga en fútbol y baloncesto, y obligado a mirar hacia otro lado cuando se esgrime la misma realidad económica que ellos presentaron durante sus años de mandato. Desconozco los planes inmediatos del “antiguo régimen”, pero sé que en la sombra ríen burlones cuando, desde el club, se habla de paz social. La que al parecer están dispuestos a alterar periodistas, cantantes y folclóricos. ¿O son la misma cosa?
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 6:10 p. m. | Enlace permanente