J. G. MATALLANAS. Todo lo que rodea al debate Raúl es enigmático. Hay claves que se escapan, silencios sospechosos y connotaciones que se pierden en medias verdades en el entorno de la Federación, en el entorno del delantero del Real Madrid y en el entorno del seleccionador, por supuesto.

La realidad sólo es una: Luis Aragonés no cuenta con Raúl. El seleccionador cuenta con un grupo para la Eurocopa y en ese grupo no entra Raúl. Y su entrada es harto complicada. Su rendimiento debe ser extraordinario para que Luis le haga un hueco en ese grupo. El debate no se cerrará nunca mientras Luis siga siendo el seleccionador nacional y en los días previos a cada convocatoria se reabrirá la polémica sobre si Raúl debe o no ser convocado y una vez que Luis dé la lista se seguirá discutiendo sobre el acierto o no de su presencia o su ausencia.

A partir de la realidad de la no presencia de Raúl en la convocatoria se seguirá exigiendo al seleccionador una explicación de por qué no le lleva, una aclaración si obedece a criterios deportivos o extradeportivos. Y hay que recordar que después de los problemas de convivencia que hubo en el Mundial de Alemania, Luis volvió a llamar a Raúl. Los problemas de convivencia se reprodujeron (ver) y a partir de ahí el capitán no volvió a entrar en una lista de Luis.

Nadie de la Real Federación Española de Fútbol, y el nuevo director deportivo Fernando Hierro mucho menos, se atreve a indicar a Luis que convoque a Raúl. Pero el deseo de todos los dirigentes federativos, empezando por Villar, es escuchar al seleccionador volver a nombrar al capitán del Real Madrid cuando hace pública su lista de convocados.

Cuando Luis da esas listas tiene una columna, frente a él a su derecha, en la que una gran foto de Raúl vestido con la roja de España le está mirando. En los programas de partidos también aparece el delantero con la roja presidiendo la portada junto a otras siluetas de otros internacionales. Cada vez que se concentra la selección en la residencia de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, Raúl también está presente porque hay tres habitaciones que no están numeradas y tienen nombre propio: la habitación Julio García Mera, que lo ha ganado todo con la selección de fútbol sala, la habitación Fernando Hierro y la habitación Raúl González Blanco.

Si Luis volviera a convocar a Raúl (algo harto complicado) seguro que también recibiría críticas por haber cambiado de opinión, por los mismo que incluso pedían hace apenas tres meses la suplencia de Raúl en el Real Madrid por no estar en su mejor forma. El Código Raúl se está escribiendo. Y, en mitad del debate interminable, todos sus enigmas se irán desentrañando. Poco a poco.

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Las connotaciones de Raúl, la inexactitud de Ramón Calderón y la expansión de Santa Mónica a Miami (El Palco, ElConfidencial.com, 2 de octubre de 2006)