El laberinto de Schuster (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Hay un par de cosas en el Real Madrid de Schuster que no admiten discusión alguna. La primera es que, después de casi tres meses de trabajo, el equipo está jugando muy poco al fútbol. Bastante menos de lo que todos esperábamos, y muy por debajo del nivel que el propio club se ha impuesto esta temporada. La segunda, igual de evidente y manifiesta, es que el técnico alemán está muy bien informado sobre los planes de Luis Aragonés y la nula intención del hermano del “sabio de hortaleza” (sí, sí, el verdadero sabio es uno de los hermanos de Luis), de volver a llamar a Raúl para la selección española. Finalizado el partido contra el Recreativo de Huelva, Schuster se jugó una cena ante los periodistas a que el nombre del sustituto de Villa para el trascendental partido contra Dinamarca empezaba por “T”. Dicho y hecho. Tamudo dentro y Raúl fuera. Luis 2 España 0. Schuster 1 Periodistas 0.
Está bien el pulso que Schuster mantiene con el sector de prensa más crítico con ese rollo infumable de las rotaciones. Una trola de consideración aceptada en el ambiente, que sirve de pretexto y excusa para quedar bien con los que ponen mala cara y que, en general, afecta a tres ó cuatro jugadores como mucho. En el caso del Madrid, Guti y Robinho se han apoderado de la patente, y no resulta fácil que tipos como Higuaín y Baptista les disputen ese honorífico título. A Baptista, en realidad, tampoco le resulta fácil que su entrenador le acepte como jugador del Real Madrid. Algo que, hoy por hoy, está fuera del alcance de Soldado, al que está a punto de darle el enésimo ataque de risa al volver a leer y escuchar que el problema fundamental de Schuster están siendo las rotaciones.
Desde que el presidente del Real Madrid utilizó el pasado verano la palabra excelencia para justificar la llegada de Schuster a la dirección del equipo, el madridismo se ha comprometido con la tarea de esperar el tiempo que sea necesario en el convencimiento que, el alemán, es el hombre adecuado. En realidad, y esto debería saberlo Schuster, lo que Ramón Calderón personificó con su nombramiento fue una innegociable manera de entender el modelo de juego … y al propio Real Madrid. Por ello, y entendiendo los rigores de la alta competición, sorprende que Schuster no dé síntomas de consolidar una idea y gestionar a partir de ella aquello para lo que fue llamado. Es cierto que el Real Madrid ha realizado, por números, el mejor arranque liguero en un montón de años, pero, que a nadie se le olvide, que esos mismos números de poco o nada le sirvieron a Capello para continuar en el club y entrar en el corazón de la gente.
Equipos como el Valladolid, Getafe o Lazio han conseguido encerrar al Real Madrid en un laberinto de dudas sobre la capacidad táctica para sobreponerse a problemas que parecían olvidados. Compromiso, entusiasmo y confianza, además de pegada, fueron la bandera de un equipo que, luchando contra todos, fue capaz de imponer su orgullo. Ahora, toca jugar … al fútbol..
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 9:53 p. m. | Enlace permanente