firma invitada

Por Mariano Aguilar**

El miércoles sentí que el Calderón vibraba otra vez. Hacia mucho tiempo que no había tantas bufandas, tantos gritos, tantas sonrisas. La gente tiene otra cara, es impresionante como se contagia la ilusión. Nuestro Estadio sonaba como antes. Hubo una imagen que me impactó. En el ultimo cambio, al lado de Carlos Peña había un hombre en chándal que aplaudía al jugador que dejaba su puesto a un compañero con más fuerza que nadie en el campo, salía del terreno de juego uno de sus hijos. Era Cirilo, el utillero, que corre con su tripita como un loco para avisar un cambio, como lo hacia cuando era nuestro “padre” en los juveniles, ¡Cómo nos cuidaba! se dejaba la vida en cada carrera, se mataba porque no se perdiese un balón, porque sabia que al día siguiente no habría otro. Han pasado veinte años. Después de tanto tiempo sigue igual. De él aprendimos a sentir, a ganar, a perder, a respetar. Siempre he pensado que aquellos hombres que recogían nuestra ropa sudada y nuestras botas sucias también tenían hijos, algunos de nuestra edad. Me imaginaba a mi padre haciendo su trabajo. Ellos nos daban la oportunidad de aprender cosas mucho más importante que las que perdíamos por no ir a clase cuando íbamos a entrenar. Ponían el alma en su trabajo como nosotros en cada jugada. Ayer nadie aplaudió más a sus jugadores que Cirilo, nadie disfrutó tanto de la victoria, nadie sufrió más en su corazón la última derrota. Ese sentimiento nacido desde el que recoge la ropa, sudada de victoria o de derrota, es lo único que hará que volvamos a ser grandes, es todo lo que tenemos, ¿Os parece poco?

**Mariano Aguilar es, además de un hombre de éxito en los negocios, ex futbolista (jugó en el Atlético de Madrid, Leganés, Marbella, Racing de Ferrol, Manchego, Fuenlabrada, entre otros equipos), ahora es el director general del Club del Deportista, es agente FIFA y es mi amigo (somos del mismo barrio y jugamos juntos en los juveniles del Atlético, donde tuvimos a Cirilo de utillero).

Una de utilleros

Cuando me conecté a internet para abrír el correo y ver lo que me había enviado Mariano, me encontré con la noticia del fallecimiento del utillero del Lecce (ver) .Coincidencia.

Cada vez que veo a Ciri ahí, en el banquillo del Atlético, me acuerdo de Aurelio, de Angel Lumbreras, de los Llarandi... Son imprescindibles en un equipo de fútbol. Como Jesús, Felix y Damián en la selección...