JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. La comparación del fútbol del Kun Agüero con las obras de arte expuestas en el Museo del Prado es el mejor símil futbolístico desde el que inventó Valdano convirtiendo a Romario en un jugador de dibujos animados. “Ver a Agüero es como visitar el Museo del Prado", dijo Anatolyi Byshovets, entrenador del Lokomotiv de Moscú, tras los dos golazos, las dos obras de arte del Kun en el debut en la liguilla de la Copa de la UEFA.

El ucraniano podía haber elegido el Louvre de París, el Guggenheim de Bilbao, el Moma de Nueva York, el British de Londres, o incluso el Reina Sofía, también de Madrid. Pero eligió el Museo del Prado. Se fue a nuestro mejor museo. Colocó al argentino, y, por tanto, al Atlético de Madrid, en la vanguardia, en la elite cultural de España, donde estuvo mucho años y dejó de estar en la última década ominosa, pasando de ser un equipo grande a simplemente un equipo histórico. Contar con Agüero en tu colección es como contar con Las Meninas de Velázquez o Las tres Gracias de Rubens. Sería también como poder contemplar La libertad guiando al pueblo o la Gioconda que tienen en París. Pero el ucraniano eligió el Prado y situó al Atlético a la altura de los grandes.

Al Kun ya se le ha comparado con Romario y con Maradona, pero compararle con el Prado es una maravilla , un hallazgo que asocia para siempre al señor Byshovets con la carrera del delantero argentino. Podría haberle comparado con un cuadro de Warhol, un símil también aproximado y certero al fútbol del Kun. Pero eligió el Prado.

Cada gol, cada gambeta, cada giro, cada control, cada acción del Kun será mirada desde ahora como un retrato de su calidad, como un paisaje de su talento, como un bodegón de sus borceguíes, como una escena de fútbol puro. Y ahora sólo queda ver quien será el avispado periodista que consigue el reportaje obligado de llevar al Kun de visita al Museo del Prado…