La Copa se mira y no se toca (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Y tampoco se juega mucho, para qué engañarnos. En realidad, desde el punto de vista institucional, se juega por obligación y con bastante desgana. Por eso, a pesar de lo mucho que nos empeñemos en señalar con el dedo del fracaso al Real Madrid, eliminado en octavos de final por el humilde Mallorca, la realidad objetiva es que nadie se rasga las vestiduras en el Santiago Bernabeú; desde dentro, incluso, éste nuevo revolcón acaba viéndose por algunos hasta con indiferencia. Ya sé lo de los quince años sin ganarla y todo ese cúmulo de exigencias rimbombantes que lleva aparejada la historia del club pero, aún siendo duro de aceptar, acaba siendo incuestionable que, en el actual sistema de competición, ganar la Copa del Rey se ha convertido para el Madrid en una especie de teorema tan demagógico como inservible.
Cuando a Gregorio Manzano le informaron del emparejamiento con el Real Madrid, el entrenador del Mallorca reaccionó de manera lacónica preguntando: “¿Y en cuartos de final?” Desde el otro lado tardaron unos segundos en procesar la pregunta pero, finalmente, contagiados de la confusión que envuelve a toda esta historia copera, acabaron encontrando la tecla exacta del destino cumplido: “Posiblemente el Getafe, que juega contra el Levante”. De haber sido Schuster o Rijkaard los autores de la escena, habrían sido tachados de arrogantes y soberbios. En el caso de Manzano, el episodio no pasa de ser una excelente muestra de naturalidad, sabedor él de la perezosa metamorfosis anímica que genera entre los grandes todo aquello que no sea Liga ó Copa de Europa.
De todas las derrotas que el Real Madrid ha ido acumulando durante todos estos años en la Copa del Rey, no recuerdo ninguna que haya desencadenado crisis alguna. Ni tan siquiera me parece recordar que la estructura deportiva, social y directiva del club hayan modificado sus planteamientos ni directrices en la consecución de sus objetivos como consecuencia de las mismas. Dá igual el Toledo que el Zaragoza, el Alavés que el Mallorca. Debe ser por eso que me sigue dando vueltas por la cabeza la teoría de quienes piensan que, si el Madrid no ha ganado el torneo en todo este tiempo es, simplemente, porque durante estos quince años, salvo raras excepciones, le ha resultado indiferente ganarlo. Indemostrable, pero teoría al fin y al cabo.
De no cambiar muchos las cosas, calculo que podrían pasar perfectamente otros quince años para que la Copa del Rey fuera el objeto de deseo que el torneo debería representar para el Real Madrid. Jugadores como Casillas, Raúl y Guti, de los actuales, ó Roberto Carlos, Zidane, Ronaldo y Figo de otros años, desconocen la sensación de ganar un título que, en condiciones normales, estaría en su palmarés. Por algo será. Mientras tanto, el madridismo ya lo sabe, la Copa se mira y no se toca. Las otras, por fortuna, se ganan y se enseñan.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 8:27 p. m. | Enlace permanente