La moto G.P. de 'Romariete' (Por José Luis Hurtado)
los apuntes del zurdito
Por José Luis Hurtado
La afición del Atlético no ha reparado aún en ello. Hay algo en su ‘bombonera’ del Calderón semejante a Assen, Mugello y otros templos del motociclismo. Es difícil distinguirlo porque ese piloto va sin casco y su moto es virtual. El jefe de la pole rojiblanca es el Kun Agüero, ese taponcito de apenas 1’70, capaz de derrapar sobre el césped. Sólo hay que echar un vistazo a una foto. El argentino se inclina ante un defensa y coloca su rodilla rozando la hierba al estilo de un Valentino Rossi, el dios de la ‘gasofa’ y las fiestas ibicencas. Mientras, el Kun nunca pierde el equilibrio. No necesita rodilleras para protegerse del asfalto, aunque se arropa los ligamentos con las medias rojiblancas. Ante semejante habilidad, el defensa se pregunta por qué debe pasar una tarde al lado de un piloto que le maltrata con recortes y no de un futbolista corriente.
Poco en la vida del Kun es corriente. Tras curtirse en la calle y los potreros de villa Los Eucaliptos, se estrenó con Independiente en la Liga argentina con 15 años, un mes y tres días, una edad en la que puedes ser un helado para un asaltatibias del equipo contrario. Con esos ‘estudios’ universitarios uno sale muy astuto. Lo mismo marca gol con un guante negro que se coloca debajo del portero a ver si la pifia o se pira al segundo palo a esperar un balón llovido de un córner.
La primera vez que oí su nombre y me recreé en su calidad fue gracias a mi amigo Rodolfo, un argentino fanático de Independiente, tanto que con los años (y a su pesar, o no) ha copiado el escaso pelaje de Bochini, el jugador ‘10’ del equipo de Avellaneda, el mito de la entidad. Él me aseguró que era bueno y su palabra tiene el valor de un pasaporte. Meses después, tras flirteos con el Bayern y otros equipos mastodónticos, el Kun aterrizaba en el Calderón para seguir el camino de Ayala, Simeone y tantos pamperos.
En eso anda este ‘Romariete’, comparación que aguanta desde siempre. Parece diseñado hasta en el color del pellejo para ensimismar al Calderón. Está en la orilla de un western-derbi. Ahora se ha hecho un mini tunning con una cinta negra en el pelo. El Kun sabría cómo birlarle un trago a John Wayne en un saloon. La ventaja es que luego puede escapar en un caballo o en una moto.
Escrito por Matallanas | 6:00 p. m. | Enlace permanente