Nihilismo colchonero
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. El Atlético de Madrid tenía buena pinta esta temporada y ya no tiene tan buen color. El derbi es más que un partido para los colchoneros y la derrota ante el Real Madrid les ha dejado muy tocados y ha sacado todas sus carencias a relucir. No es cuestión de reiterar los problemas estructurales que azotan al equipo y de insistir en que con una inversión de 80 millones de euros la obligación es clasificarse para la Champions League. Simplemente, al analizar el partido de ayer ante el Mallorca se detecta que no hay fondo de armario en la plantilla, que los suplentes no están rindiendo a la altura de lo esperado y, lo más preocupante, que el equipo no cuenta con un patrón de juego.
Es cierto que Aguirre tuvo las bajas de Raúl García y Maxi y que dio descanso al Kun (le tenía que llegar el bajón al proyecto de ‘crack’ argentino después de no parar desde que jugó el Mundial sub 20 en julio), pero el Atlético dio síntomas de encontrarse cerca de un punto de inflexión hacia abajo. Si se ve el vaso medio lleno, el equipo colchonero sigue cuarto, en puestos de Champions, vivo en la Copa a la espera de una remontada ante el Valencia y con vida en la UEFA hasta que llegue la eliminatoria del Bolton. Pero las sensaciones que llegan pasan por estar en la antesala de otro desplome que sería insoportable para la paciente afición rojiblanca.
Acusan al entorno del Atlético de ser autodestructivo con su equipo, de que el chiringuito se viene abajo cuando sopla mínimamente el Levante. Y sucede que cuando la planificación inicial se modifica en función de una derrota ante el Real Madrid (se plantean fichar por la nueva humillación ante el eterno rival) algo no funciona en los despachos del Calderón. Lo más preocupante para los atléticos es que el fatalismo histórico se adueña de todos los estamentos del club. Y cuando se escucha a Javier Aguirre que el equipo no mereció perder en Mallorca, parece que el mexicano empieza a perder el contacto con la realidad. Preocupante.
¿Qué o quién descentra a un equipo que con mantener una mínima regularidad conseguiría el objetivo? Es el misterio del Atlético, es un intangible que se repite temporada a temporada desde hace una década. Igual el Atlético vuelve a tener buena pinta en unas semanas, pero las sensaciones que da son muy negativas. Y lo que es muy preocupante es que una derrota ante el Real Madrid cambie la tendencia y la crisis se instale en la ribera del Manzanares.
¿Es Tiago la solución? ¿Hace falta fichar también defensas? ¿Deben renovar ya al entrenador? ¿Bastará con que Forlán y el Kun vuelvan a ver puerta? Es fácil criticar sin aportar soluciones. Pero el Atlético es un misterio insondable cuando juega partidos como el de Mallorca. La nada vuelve y se instala en la retina de los rojiblancos. El nihilismo colchonero de la última década regresa y reaparecen los fantasmas, los traumas y las frustraciones. Los responsables del Atlético buscarán la mejor solución. En los últimos años no han dado con la tecla para conseguir que el Atlético vuelva a ser un grande. ¿Acertarán algún día?
Escrito por Matallanas | 2:38 a. m. | Enlace permanente