Y van... ¡31!
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Sí claro, me refiero al número total de ligas conquistadas por el Real Madrid, contabilizando la que aún está en juego. Una liga que, prescindiendo de los aburridos y poco comestibles ejercicios de hipócrita prudencia tan habituales en estos casos, gana el Madrid con increíble antelación, acortando los plazos de forma demoledora, sin opciones para aquellos que durante este tiempo no han hecho sino esperar el desplome madridista sin darse cuenta que, los más graves síntomas de descomposición y ruina, los tenían ellos en su propia casa. El Real Madrid suma una nueva liga, la número treinta y uno, que no ha hecho sino certificar la liquidación y el derribo del modelo representado por el Barcelona en la misma proporción que el Madrid ha sabido aferrarse al compromiso y el espíritu de equipo a la espera del fútbol estético y divertido que ya comienza a asomarse por el Santiago Bernabeú.
Por eso carece de sentido ejercer de falsos apóstoles de la cautela y la desconfianza. Si hay algo que no genera el vestuario del Real Madrid, a diferencia de tiempos no demasiado lejanos es, precisamente, desconfianza. Los nueve puntos de renta son manifiestamente representativos de la muy diferente interpretación que Madrid y Barcelona desarrollan de la competición. Mientras que Schuster y su gente se las han ido ingeniando para encontrar soluciones a todos los exámenes que han encontrado en su camino, el barcelonismo ha acabado por hacer del bostezo y la indiferencia su mejor credencial. Adiós, Barsa, adiós.
Con el resto conviene economizar las referencias. Algunas dependencias afectivas obligan a estirar la generosidad y acabar colgando el cartel de aspirante al título al primero que saca a pasear los millones gastados en nombres medio sugerentes. Mientras la batalla se resuelve en los campos, algunos siguen jugando a enfermos y enfermeras. Con el paso del tiempo, viendo como se estrellan contra su propia impotencia, acabamos dudando de quien hace de enfermo y quién de enfermera. Así les va.
La liga actual, ganada por el Real Madrid, demuestra la fuerza y la solidez de la idea de equipo y competitividad que el club intenta construir desde la temporada pasada. Alejando las malas influencias y atacando al virus allí donde el virus no puede responder. Las prisas por abrazar la excelencia no han provocado un solo conflicto en la atmósfera del vestuario, dispuesto a demostrar con tanta paciencia como confianza que, a la espera del buen fútbol, nada mejor que el escudo y el corazón para seguir agrandando la leyenda. Por eso, ya van treinta una.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 9:00 p. m. | Enlace permanente