De máquina total a desguace fatal (Por Antonio Sanz)
el rincón de judas. artículo publicado en público el 9 de marzo de 2008
Por Antonio Sanz
El fútbol es ida y vuelta. Y lo sucedido en el Real Madrid en menos de 30 días es el ejemplo perfecto. De aquel mágico 7-0 al Valladolid hemos aterrizado en el actual movimiento cabizbajo que escenifican tras caer ante la Roma. Ramón Calderón mantiene en acción su particular ruleta rusa, que gira con más dudas que Hamlet en el castillo de Elsinore. Cuando transitaba recopilando votos en la campaña electoral quería a Schuster, como entrenador, y a Portugal, como director deportivo. Tras alcanzar la presidencia se presentó con Capello y Mijatovic. Ganó la Liga y empezó el nuevo año con Schuster y Mijatovic-Portugal como dupla ejecutiva para las altas de la plantilla. Veremos cómo concluye su segundo capítulo porque se vislumbra con Mourinho y Portugal, ya en solitario, para la tercera entrega. Así hemos alcanzado el punto culminante de una campaña que se presumía tentadora. Así nos lo anunciaba el presidente cuando en Junta directiva aprobaba la cifra con que retaría a cada uno de sus futbolistas: 1.300.000 euros por barba si le traían el triplete. Al menos hoy, ya sabe, que no romperá la caja registradora del club. Le ha dado igual. En mitad de la temporada, preso de la euforia al que le sometieron el viento a favor de los resultados, se lanzó al vacío para renovar de manera vitalicia a Raúl y a Casillas. Luego anunció la de Guti, ahora en espera. Tampoco importan los más de cien millones de euros gastados. Con títulos están bien invertidos, pero los dos fracasos consumados despiertan dudas que señalan sin pudor a Pepe, Diarra, Saviola, Baptista, Drenthe, Marcelo, Gago, Robben…
La cúpula deportiva amenaza cambios por lo mal que se ha fichado. Se da por segura la salida de Mijatovic por incompatibilidad con Miguel Ángel Portugal. Calderón ya quiso despedirlo el pasado verano, pero dio marcha atrás. Hoy se aventura que el presidente ya no tiene ni fe ni confianza en él. Un grupo dirigente que fichó a Walter di Salvo para que administrase la educación física del grupo por encima de la opinión del entrenador y del cuerpo médico. Y por aquí empezó a tragar Schuster. El alemán avisó en septiembre que a final de curso se replanteará el contrato que le une al club. ¿Por qué? Sencillamente descubrió en dos meses que nada le recordaba a la entidad que conoció en su etapa anterior. Su pensamiento parecía precipitado, pero su balance quedó cerrado: la organización interna le defrauda, la plantilla diseñada por Mijatovic-Portugal no le convence, el acoso mediático es ingobernable y su metodología de trabajo es supervisada por un preparador físico. Demasiadas trampas en el sendero. Después llegaron las quejas a los árbitros y su distanciamiento con el alto mando porque la excelencia de juego prometida por el presidente sólo es una quimera alcanzada en un pequeño tramo del partido. Por eso, sólo mantiene una relación fluida, curiosamente, con quien podría sucederle si descarrilan: Portugal. Con este sombrío panorama, lejos quedan las cercanas palabras de Ramón Calderón tras golear al Valladolid. Ese domingo sacó pecho proclamando que “este equipo nos llena de orgullo porque juega como una máquina total”. Quien sabe si la máquina quedará aparcada en un desguace si también pierde la Liga. En el mismo sitio puede terminar Schuster. El germano ya lo advirtió: “dejaré correr este año y ya veremos que pasa después”. Su después es pasar a la historia del Real Madrid.
Escrito por Matallanas | 5:01 p. m. | Enlace permanente