El Real Madrid pierde el señorío
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Vale que la crisis desatada por eliminación de la Liga de Campeones monopolizó ayer la actividad del Real Madrid. Pero no se puede justificar que ningún representante del Real Madrid acudiera al entierro del padre de Camacho, un símbolo del madridismo que encarnó como futbolista los valores del madridismo que tanto proclama su presidente Ramón Calderón.
José Antonio Camacho recibió el pésame y el cariño de multitud de amigos. Muchos de ellos madridistas. Acudieron a Albacete, entre muchos otros, Vicente del Bosque, Paco Jiménez, Sanjosé, Ricardo Gallego, Fernando Hierro, Butragueño o Michel, este no en su condición de responsable de cantera del Real Madrid, sino como amigo de Camacho. También estuvieron Paco Jemez, Toni Jiménez, Aguilera, Santi Denia, Roberto Fresnedoso y Cristóbal, que guardan una estrecha relación con Camacho y suelen jugar en la selección de veteranos que monta el técnico del Benfica junto a su inseparable Labi Champions, quien ejerció de relaciones públicas en el velatorio y el entierro del padre de Camacho. Destacó y fue comentada la presencia de Luis Aragonés. El seleccionador nacional acudió acompañado de Jesús Paredes, su mano derecha desde hace tres lustros, y gran amigo de Camacho desde que participó en su recuperación de la grave lesión que sufrió el de Cieza cuando debutó con el Real Madrid a los 17 años. Jorge Pérez y Jorge Carretero acudieron representando a la Real Federación Española de Fútbol. Y bastantes periodistas, con el mítico José María García organizando y pendiente de hasta el más mínimo detalle, como Miguel Ángel Muñoz (el Rubio), Fernando Burgos, José Félix Díaz, Miguel Ángel Guijarro, Julián Avila, Joaquín Maroto o Roberto Gómez, quienes también estuvieron al lado del ex entrenador de Real Madrid y ex seleccionador español.
El presidente del Benfica viajó en un jet privado a Albacete junto a Ángel Torres, presidente del Getafe, para estar presente en el funeral y entierro de Camacho y llevarse en la misma aeronave privada al entrenador para que dirigiera anoche el Benfica-Getafe.
Y por parte del Real Madrid no acudió nadie de manera oficial. Estuvo el directivo y presidente del Castilla Francisco Moreno Cariñena, pero acudió en condición de amigo de Camacho. Que ni Calderón, ni Mijatovic, ni Portugal, ni Javier Lozano, por poner algunos ejemplos de personas que podían y debían representar al Real Madrid, tuvieran a bien acudir al sepelio del progenitor de Camacho (por más que le expresaran el pésame por teléfono) es un síntoma del que el Real Madrid actuó ayer sin su señorío habitual. Habrá quien pueda considerar estas sintomáticas ausencias en el entierro del padre de Camacho como un hecho anecdótico, pero el Real Madrid nunca había descuidado estos pequeños detalles. Y si los ha descuidado con José Antonio Camacho, un símbolo del madridismo, se puede interpretar como un hecho sintomático y puede considerarse una pérdida de grandeza. En el Real Madrid estaban más preocupados ayer de quien fue el culpable de que un falso Nicolas Cage se la 'clavase' a Ramón Calderón, y a todos sus asesores y responsables de protocolo, que de estar acompañando al gran Camacho.
Escrito por Matallanas | 2:39 a. m. | Enlace permanente