el rincón de judas (artículo publicado en público el domingo 2 de marzo de 2008)

Por Antonio Sanz

Bandera blanca en Las Rozas. A más de uno se le atragantó la comida cuando recibió un sms en su teléfono móvil anunciando una rueda de Prensa entre Luis y Raúl tres horas después. La remitente no ofrecía dudas: Paloma Antoranz, encargada de las relaciones entre el equipo nacional y los informadores. Buenas caras, medias sonrisas y la eterna canción periodística de quien se había bajado los pantalones. Varias incógnitas antes de levantar el telón: ¿por qué tardó tanto en estrenarse la función? ¿Quién aceptaría el papel de principal y que otro el de secundario? ¿Quién escribió el guión de la trama? ¿Quién aportaría los tramoyistas? La puesta en escena se convirtió en un vodevil marcado por el retraso apoyado en un mensaje distante y vacío. Algo como pelillos a la mar y Raúl es uno más. El futuro nos deparará si Luis ha olvidado ‘la afrenta de Belfast’ y ha levantado el castigo a Raúl. La solución, en veinte días.

Hay un cerebro en la sombra que se ha encargado de recortar la distancia entre capitán y seleccionador. Es Fernando Hierro. Es quien ya advirtió a Raúl que se debía aproximar a la persona. No al entrenador. Por eso, aconsejó a Raúl que cerrara la herida abierta tras su comportamiento durante y tras el Mundial. Por eso, el capitán estuvo tan locuaz con Luis durante el acto celebrado en Marca. Porque el rendimiento deportivo es secundario, sólo un acercamiento humano podría devolverle a las listas de la roja. Los goles no son suficientes para el retorno. Hierro, consciente de que el ambiente es ingobernable de cara al europeo, se empeñó en pacificar. Le hizo ver a Villar que debía normalizarse la relación entre la Federación y el seleccionador. El presidente encargó a Joan Gaspart allanar el camino con un mensaje conciliador. Luego, tras arreglarse la continuidad hasta el final de Austria, faltaba cerrar públicamente el debate del ‘7’. Es difícil saber la partida que aquí diseñó el director deportivo. Movió las fichas blancas de su ajedrez particular enviando un alfil para ganar casillas. El resto de la partida es un misterio. Ni los más cercanos a Luis sabían el movimiento del seleccionador. La foto dio la vuelta a España. Raúl se siente liberado y con fuerzas. Luis mantiene su pronto y veremos si su criterio. Pero seguro que si no va ante Italia, volveremos a coger el fuelle y a dar fuerza al fuego.

Y termino con la familia rojiblanca. Bueno, que Luis también es mucha historia atlética. Dos apuntes como termómetro de la que está cayendo. El primero, el rencor -vitalicio- mostrado por Antic en una entrevista en Mundo Deportivo. Con su libertad de expresión puede hacer lo que le dé la gana, pero como compañero debería medir más sus juicios y respetar al colega que hoy ocupa el mismo banquillo que él calentó ayer. Algo, por cierto, de lo que Radomir siempre se quejó. ¡Cómo despreciaba a los que opinaban de su ganador Aleti!; y la segunda, curiosa, impactante, sonrojante, hiriente, cabreante, alucinante, sorprendente -elijan el epíteto que más les cuadre- imagen del presidente del Aleti posando con una camiseta del Real Madrid. La broma de Calderón con la elástica rojiblanca es para limpiar el pecado de la traición. ¡Toma demostración de sentimiento atlético! Era un regalo. Envenenado. Pasen página. Sigan leyendo. Gracias.