El Balón Pinchado (Por Kiko Narváez)
el arquero. artículo publicado en la razón
Por Kiko Narváez
Por primera vez el Balón de Oro tiene a unos españolitos merodeando y revoloteando a su alrededor a la espera de la decisión final. Casillas, Torres y, sonando un poco más débil, no entiendo por qué, Xavi Hernández. Aunque mucho me temo que éste terminará quedándose en casa de Cristiano.
Debo reconoceros que no soy ni devoto ni creyente de algo que muchas veces premia tres semanas muy buenas en cualquier fase final y no diez meses de partidos oficiales. Para mí se deberían otorgar por demarcación y no individualizarlo tanto en un deporte colectivo.
De todas formas, mirar en las estanterías de las casas de Raúl, Maldini o Baresi y no encontrar uno deja claro que es algo que engrandece un currículum, pero que no tiene el aroma futbolero del FIFA World Player. El Balón de Oro es un premio vacío de contenidos justos.
Aquí, en España, algunos empiezan a postularse desgranando paradas, goles o pases, para argumentar los motivos de por qué tiene que ganarlo Iker, Fernando o Xavi. No seré yo el presidente de la comunidad de turno o un medio agradecido para decantarme por algo en lo que no creo.
Sólo recuerdo el primer año de Fernando en la Premier, su progresión y récords; el fútbol desplegado por Xavi Hernández, al que ha sumado goles y llegadas, y las paradas y penaltis detenidos por el mejor portero del mundo, Iker Casillas, las que me hacen, a pesar de tener en mi casa dos chanclas de oro y un balón pinchado, abstenerme en la decisión.
Yo, mientras tanto, seguiré disfrutando, no sólo de estos tres, sino también de David Villa, Iniesta, Cazorla, etc., futbolistas todos ellos que con el Europeo obtenido han ganado en confianza y perdido el miedo.
Escrito por Matallanas | 5:29 p. m. | Enlace permanente