JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Contar con un buen portero y un buen delantero centro es el inicio del éxito para un equipo de fútbol. Eso lo tiene España. Pero la selección tiene mucho más que uno de los mejores porteros el mundo y uno de los mejores delanteros del mundo. Además de tener a Torres, cuenta con otro delantero de primer nivel mundial, como Villa. En el centro del campo tiene a Xavi Hernández, uno de los mejores centrocampistas del mundo, al igual que Andrés Iniesta. Y esperando su turno, por si fuera necesario su concurso está Pepe Reina, que además de un tío encantador también, como Iker, es uno de los mejores porteros del mundo.

España cuenta con equipazo, con un bloque formado por grandes futbolistas que dejó Luis Aragonés engrasado y Vicente del Bosque está gerenciando bastante bien. Dejando su sello, por supuesto, como en el cambio de Iraola por Sergio Ramos. Sacar a Arbeloa (algo que no era posible porque previamente había sido descartado junto a Marchena y Fernando Navarro) hubiera supuesto tirar de la defensa entera de la Eurocopa, ya que la idea era prescindir de Juanito de las convocatorias a las primeras de cambio, pero finalmente mantuvieron al central del Betis y en Estonia volvió a demostrar que es un central de garantías. Pero Del Bosque dejó su sello al poner en el lateral derecho a Iraola, a quien curiosamente había citado como centrocampista, según rezaba la lista de convocados que ofreció nuestro seleccionador. Puesto por puesto, España es un superequipo. Pero el 1 y el 9 son claves en un equipo campeón. Iker y Fernando son el 1 y el 9 de España y contar con un portero de tantas garantías y un delantero tan solvente es prácticamente asegurarte la victoria. Iker las para y Fernando, aunque no las meta siempre, está en la gran mayoría de acciones de ataque (en la Euro hizo máximo goleador a Villa y en Estonia le hicieron el penalti que convirtió Villa y cabeceó al larguero el gol que remachó Puyol). Butragueño dijo en sus comentarios en TVE (me gusta el Buitre de comentarista bastante, quizás con José Manuel Díaz de narrador iría aún mejor la retransmisión) que era una pena que los niños no pudieran ver por la tele (porque no se ve en el plano general cuando tienen la pelota los centrocampistas) los desmarques permanentes que tiraba Torres. El Buitre calificó de movimientos de manual, de los que se deben enseñar a los chavales que empiezan de delanteros, los desmarques que ofrecía el Niño a sus compañeros. Y si de algo sabe Butragueño es de delanteros.

Torres forma con Villa una de las mejores pareja de delanteros del mundo. Se compaginaron perfectamente en la Eurocopa y, aunque Del Bosque debe pulir sus movimientos, juntos pueden llegar a ser letales. Hace un par de años, por la idiosincrasia de confrontación permanente de los españoles, se estableció un debate entre Villa y Torres, en el que los méritos de uno se convertían en deméritos del otro, en lugar de disfrutar de una dupla de tanta calidad, lo que se consiguió finalmente en la Eurocopa de Austria y Viena. Después de las declaraciones de Torres en L’Equipe denunciando la campaña a favor de Casillas para el tan cacareado Balón de Oro, se ha vuelto a fomentar el enfrentamiento esta vez entre el 1 y el 9 de España. En lugar de disfrutar de que cuatro de nuestros futbolistas (Torres, Casillas, Xavi y Villa) opten a tan prestigioso galardón (en Francia están encantados con la repercusión que tiene en nuestro país y los ‘rebotes’ que produce el Balón de Oro), nos enfrentamos por sacar la cara por uno o por otro. Porfiamos por naturaleza, por todo nos enzarzamos y nos ponemos a atizarnos a bastonazos como el famoso cuatro ‘Duelo a garrotazos’ en el que Goya lo clavó: dos gañanes enterrados hasta las corvas, matándose a garrotazos. Así somos.