El galáctico de Tarrasa (Por Kiko Narváez)
el arquero. artículo publicado en la razón
Por Kiko Narváez
Sin llegar a quedarme en pelota picada, no tengo más remedio que descubrirme —y ya somos legión— ante el fútbol desplegado por Xavi Hernández en las dos últimas temporadas. En una semana en la que pudimos disfrutar de partidos internacionales de enjundia, el catalán eclipsó a todos los centrocampistas que entraron en escena en los Francia-Argentina, Brasil-Italia y entre los propios ingleses.
El barcelonista, jugador al que no le pesa a día de hoy llevar estrellas y galones, salió de la cueva en la que estuvo inmerso veinte minutos ante los de Fabio Capello y, tras caer más por la derecha Marcos Senna, cogió la batuta junto a Andrés Iniesta y empezaron a hacer sonar en el Sánchez Pizjuán esa preciosa melodía de la que no compartimos los derechos musicales con nadie.
Xavi ha incorporado a su lista de virtudes también la llegada, algo en lo que hizo mucho hincapié Luis Aragonés, asomándose por sorpresa al balcón del área marcando goles. No tengo dudas de que en su posición está entre los tres mejores del mundo. Su inteligencia en el control del partido queda demostrada en cada acción.
Me encanta ver cómo ante la presión del rival, toca de primeras al central, provocando que éste saque la pelota jugada mientras él se queda con el Peter Crouch de turno, distraído y sin opción de evitar que el balón salga limpio de atrás. A esto también sumamos cómo gira sin perder nunca el balón ni el lápiz que lleva en la oreja para dibujar pases a todos sus compañeros y ponerles siempre en ventaja.
En los últimos premios FIFA World Player, dijo sentirse incómodo y cortado ante jugadores más altos, guapos y mediáticos. Pero en definitiva, no lo olvides, Xavi de mi alma, que en realidad son jugadores de tu talla. Lo único que me queda es taparme y cubrirme mientras espero una nueva lección del galáctico de Tarrasa.
Escrito por Matallanas | 4:55 p. m. | Enlace permanente