Así, así, así gana el Madrid (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
Dicen las crónicas que, aquel día, allá por marzo de 2009, Boluda jugó el partido de su vida. Que se echó al Madrid sobre sus espaldas y que se metió al público en el bolsillo por su manera de pedir el balón y de multiplicarse por todo el campo. Que recordaba al gran Di Stéfano por su forma de aguantar todo lo que se venía encima, porque se crecía a medida que aquello se ponía serio, y porque entendió lo más importante del momento, que el equipo dependía de él y que era el partido más importante que le quedaba por jugar. Y lo ganó. ¡Joder si lo ganó! Lo ganó a lo grande. Aclamado por los madridistas, que disfrutaban de aquello por lo que tenía de histórico. Y de grandeza. Y eso que había un amplio sector de la grada que a aquel Boluda le tenía enfilado. No le perdonaban nada porque había llegado al club de la mano de uno de los grandes fiascos que sufrió el Madrid de la época, y le señalaban a él como culpable de los escándalos que acaparaban portadas de periódicos y programas de radio. Pero el madridismo se rindió ante aquella demostración de casta torera y le reconoció su entereza para soportar el “chorreo” que caía casi a diario. Y el Madrid volvió a ser un club respetado. Y desde entonces, se volvió a escuchar como nunca antes aquello de “así, así, así gana el Madrid”, un cántico orgulloso y pletórico de entusiasmo. Un grito de señorío y de todos los madridistas. De todos sin excepción.
Desde que en el año 2004, durante el mandato de Florentino Pérez, se aprobó la modificación de los Estatutos del club en relación al voto por correo, la vida institucional del Real Madrid ha estado marcada por los juzgados y por el escándalo. El texto aprobado entonces, “se admitirá el voto por correo a cursar por correo certificado y que podrá ser tramitado y enviado a través de las candidaturas proclamadas”, llenó de perversidad y trampa el modelo. Lo convirtió en un voto tramposo y falto de transparencia. Un voto diabólicamente nocivo, recogido en muchas ocasiones a través de la amenaza y la coacción, y en el mejor de los casos, en una folclórica y tonta escenificación de tiempos pasados al cobijo de atracciones feriales y payasadas por el estilo. Ese voto “trucho” suponía más de la cuarta parte del que se ejercía en las elecciones. Una barbaridad y un disparate. Un escándalo y una mentira. Por eso resulta histórica la demostración de responsabilidad de una Asamblea de compromisarios que, además de estar a la altura de las circunstancias, ha actuado para todo el madridismo.
Hasta hace pocos días la cansina y machacona cantinela del “chorreo”, que un montón de pelmazos han utilizado de forma pelmaza para convertir en una tira cómica la situación del Madrid y su presidente, amenazaba seriamente con hacer pasar a la historia a Vicente Boluda justamente como eso. Afortunadamente para el presidente, y sobre todo para el Madrid, la historia podrá decir cuando pasen los años que “aquel día de marzo de 2009, Boluda jugó el partido de su vida, y que los madridistas volvieron a gritar orgullosos aquello de ¡Así, así, así gana el Madrid!” Un grito señorial y de todos los madridistas. De todos sin excepción.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 10:32 p. m. | Enlace permanente