Si el Chelsea elimina esta noche al Barcelona, merecerá estar en la final de la Liga de Campeones. Igual que si el Real Madrid hubiera completado la persecución y superado al Barça en la Liga (aún puede matemáticamente pero es una utopía), habría merecido ser campeón de Liga. Pero sería injusto. Injusto para el fútbol y para el espectáculo que debe ser este juego maravilloso que siguen millones y millones de personas en todo el mundo.

Es un debate repetido el que enfrenta a los resultadistas, los del fin justifica los medios, que hay que ganar como sea y los románticos que quieren ganar jugando bien. En ese debate, casi siempre tramposo, dicen siempre los resultadistas, para ganar hay que jugar bien casi siempre. Y ponen esa coletilla del “casi siempre”. Por eso cuando aparece un equipo como el Barcelona, o como el Arsenal o la selección española de Luis Aragonés que ahora gerencia bien Del Bosque, es bueno para el fútbol porque juegan casi siempre bien y casi siempre ganan.

Los resultadistas argumentan también que los equipos que juegan muy bien y no ganan no pasan a la historia, dando por un argumento falso porque la Holanda de Cruyff, la denominada Naranja Mecánica, fue subcampeones en dos mundiales y pasó a la historia por el fútbol total que propuso. Igual que Brasil del Mundial 82 no ganó aquella Copa del Mundo y aún se recuerda a los Zico, Sócrates, Eder y compañía porque jugaban de maravilla. Igual que se le quitó valor a La Quinta del Buitre porque no obtuvo la Copa de Europa, aunque ganó cinco Ligas consecutivas, y se sigue recordando aquel fútbol anárquico que sistematizó Toshack.

Si este Barcelona de Guardiola no consiguiera ningún título, ¿no pasaría a la historia? Seguro que se hablaría de este equipo dentro de décadas aunque no consiguiera ganar. Aunque es cierto que ganando si se garantiza pasar a la posteridad: por jugar bien y ganar. Y pasará a la posteridad porque los ‘cracks’ se ponen al servicio del colectivo para defender y para atacar. Algo muy diferente de lo que sucede con el Chelsea que sus figuras, con sueldos galácticos como Ballack o Lampard se pusieron al servicio del colectivo solo para defender, convirtiéndose en jugadores de brega, agresivos y luchadores para emplearse únicamente en defensa. Y no es justo que se valore igual a un equipo que intenta crear juego que a uno que se dedica únicamente a destruir el del rival. Hay que valorar los sistemas defensivos, pero si unes a un entramado trabajado de contención una fase ofensiva también trabajada y presionas arriba al rival, y defiendes atacando, como hace el Barça de Guardiola, pues es más loable y mejor para el fútbol en general.

No es justo ni bueno para el fútbol que el Chelsea se meta hoy en la final de la Champions, pero el fútbol no es justo ni lógico y si se clasificara pues se lo merecerá porque aunque casi siempre gana el que juega bien, a veces, cuando no es casi siempre, gana el que juega peor. O sea, que el que juega mal casi nunca gana y el que juega bien casi nunca pierde.

Igual el Chelsea hoy juega bien y gana. Pero por lo visto en el partido de ida en el Camp Nou y por como juega el Barcelona es más probable que los de Pep jueguen aún mejor y ganen y se metan en la final de Roma del 27 de mayo. Sería bueno para el fútbol.