Ramón Calderón no se cansa de repetir en los últimos meses, y lo hacía antes de llegar Florentino a la presidencia, que gracias a él Cristiano Ronaldo es jugador del Real Madrid. Lo decía, sin nombrar al portugués, cuando no podía decirlo, porque traicionaba la cláusula de confidencialidad que firmó el pasado mes de octubre. Y lo ha reiterado, nombrando a Cristiano Ronaldo, desde que el Manchester United publicó en su web que aceptaba la oferta del Real Madrid, una oferta que no presentó Florentino y que había sido presentada por Ramón Calderón.

Pero todo el mérito que podría tener Calderón en la contratación del actual FIFA World Player y Balón de Oro se rebaja al analizar la pésima negociación que hizo con el Manchester United y el peor acuerdo, en lo que respecta al precio del traspaso, que cerró.

Florentino Pérez no se ha quejado públicamente de los 80 millones de libras que ha tenido que desembolsar a tocateja por ese acuerdo. No ha entrado en la polémica y debate mundial sobre la ética y la decencia de pagar 94 millones de euros por un futbolista. Tampoco ha reconocido que no tenía margen de maniobra para bajar el precio, que era su invención inicial y no tuvo opción alguna. Pero en privado, con su núcleo duro, el presidente del Real Madrid, si reconoce que se ha visto hipotecado y maniatado por el acuerdo que alcanzó Calderón.

No lo reconocerá en público, pero ese cantidad inflacionada que ha abonado al United ha sido un lastre en el resto de las negociaciones. Por pagar más de 90 millones de euros por Cristiano Ronaldo le piden 40 millones de libras (la mitad de lo que costó el portugués) por Xabi Alonso, y la contratación del internacional español está realmente harto complicada, vital porque las otras opciones no son del perfil del donostiarra, un medio centro único en el mundo y el elegido para mover el nuevo Real Madrid.

La locura que desató ayer la presentación de Cristiano Ronaldo (¡impresionante!) como nuevo jugador del Real Madrid se hubiera producido igual si su precio hubiera sido de 70 millones de euros, lo máximo que iba a pagar Florentino de haber podido negociar con el United, aunque su intención era pagar lo mismo que por Kaká. El acierto de su fichaje en el aspecto mediático y publicitario y, principalmente, en el plano deportivo está fuera de toda duda. Pero económicamente, por más que se amortice su contratación con la cesión del 50 por ciento de sus derechos de imagen y todo lo que genera un futbolista de la dimensión planetaria del portugués.

No es cuestión de incidir un debate moral ni ético de la cantidad que se ha abonado por el fichaje de Cristiano Ronaldo, porque el debate apuntaría al sistema capitalista. Además ese debate lleva abierto desde que la web del Manchester United anunció que aceptaba la oferta del Real Madrid que había presentado Calderón. La cuestión es que la gestión de Ramón Calderón maniató a Florentino Pérez en la contratación del astro portugués y nadie puede descartar que algunas de sus decisiones y acciones pueden maniatar al presidente del Real Madrid en otras decisiones. Por eso, y con más motivo, Florentino se encuentra obligado a tirar de la manta y destapar todo lo chusco y oscuro del anterior presidente, porque si no lo hace el principal perjudicado será el Real Madrid y el mismo, ya que, por ejemplo, no ha podido cumplir su promesa de españolizar el Real Madrid, salvo la contratación de Albiol, por el excesivo desembolso realizado por Cristiano, que le ha encarecido los fichajes de Villa y Xabi Alonso, entre otros. Y tirar de la manta no es despedir por despedir a todos los empleados que llegaron con Calderón, que alguno había profesional y bueno.