Sobre el equipo de hockey, el Apartheid, el Waka Waka y Paquito González
crónicas africanas
Cuando escuché unas risas juveniles no podía imaginarme ni por asomo que nadie pudiera estar bañándose en la pisicinita que se ve desde la ventana de mi habitación. Pero cuando abrí la cortina descubrí un grupo de chicas adolescentes deportistas con las piernas en remojo sobre un agua que debía estar a cero grados, dado el frío que reina en Potchefsetroom. Abrigadas con un chandal, por arriba, y en bañador, por abajo, aguantaban con cara de sufrimiento las indicaciones de su entrenadora. Eran jugadoras de un equipo de Hockey, con mayoría de chicas blancas, por cierto, y estaban alojadas en nuestro hotel.
Lo del Apartheid parece olvidado en Sudáfrica. No es un estudio sociológico, ni lo pretende ser, porque no hay más elementos de análisis que lo que hemos visto en 'Potch', en Durban y en Johannesburgo de pasada. Lo que si hay es centros comerciales para negros y otros en el que acuden blancos y negros. Ayer nos pasamos por uno para gente de color y al lado había un grupo de escolares bailando. En la coreografía demostraban que los africanos llevan el ritmo en su ADN. ¡Cómo bailaban los críos! Igual que lo hacen los operarios del cuartel general de España que se marcan unos dancing con los jugadores españoles. Hacen una versión libre de la canción de Shakira del Mundial, el Waka Waka, que pincha machaconamente en el vestuario Sergio Ramos, quien, como en Neustif, es el DJ de la Selección y, según varios compañeros, el sevillano ha mejorado notablemente en la elección de la música respecto a la Euro2008 (ver). Pero la canción que más suena, antes y después de cada entrenamiento, es esa de Shakira que tan bien baila ya mi Marito, según he podido comprobar por el Skype en la coreografía que ha montado su Tata Barby con su Mami Nini.
"¡Porque esto es Africa!", salen tarareando los internacionales a los entrenamientos. Los enviados especiales tiramos de Spotify y de peticiones. Casi siempre pide Pablito, quien entusiasmado con lo de La Roja, se vino arriba y me pidió 'O bella ciao'. Anoche me quedé solo en el centro de prensa rematando una página. No regresé con el bus al hotel porque debía quedarme en las instalaciones donde se aloja la Selección para participar en el programa de Paco González, El Mundial en La 7. Mientras cruzaba desde el centro de prensa a la carpa de Telecinco (y La 7), debía hacer unos tres bajo cero. ¡Que rasca madre mía! ¡Y que bien me ha venido el plumas de Nike que me metió Nini en la mochila!
A Paquito González le vi bien. Abstraído con este paréntesis mundialista de la tormenta que ha cambiado su vida. La semana que viene, me comentó, se puede saber su futuro. El programa (no os lo perdáis todas las noches a las diez y media en La 7) es ágil y dinámico y Paquito lo lleva con ese desparpajo de los grandes, como ha hecho Carrusel dos décadas. Debatimos con Julián Avila, de ABC, y se hizo más soportable el frío, porque el directo se hace al aire libre, y unos calentadores pequeños intentan caldear el gélido ambiente, misión harto complicada, sobre todo por la espalda que se te queda agarrotada por la baja temperatura.
Y aquí estoy con Guillen Balagué, que ha venido a visitarnos y ahora vamos a comer. Estamos viendo el Alemania-Serbia en la pantalla grande que ha vuelto a poner la gente de Gracia Redondo. Por cierto, todo impecable en el centro de prensa. No nos falta de nada. Ahora nos han traído agua mineral Sierra de Cazorla, que unida a las birritas Cruzcampo y al jamón ibérico Beher bellota de oro (hoy no lo caté que desayuné tostaditas), completan las necesidades básicas del enviado especial para su sagrada misión de informar. Hasta este momento disfrutamos de como la Serbia de "Radomir, Radomir, Radomir te quiero" (los atléticos tienen tres selecciones además de la española: Uruguay, Argentina y Serbia) va dando la campanada venciendo a Alemania. ¡A ver como termina! Quedan unos cinco minutos... Lo dejamos así con 0-1. Puede pasar cualquier cosa. La vida es eterna en cinco minutos. Y en el fútbol más. "¡Porque esto es un Mundial!"
Por cierto, ¡que no se me olvide! Mis compañeras secretarias, Elena y Laura, están muy pendientes para que todo funcione y tengamos todo lo que necesitamos la expedición de AS en Sudáfrica. ¡Que eficiencia y que eficacia, oyes! ¡Agradecido! ¡Se os quiere!
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Escrito por Matallanas | 3:15 p. m. | Enlace permanente