Del Virrey al Califa
Pero destituyeron al Virrey y pusieron a Pepe Murcia. Elías Israel le ha bautizado con acierto el 'Califa', en un post en el que revela una de las estrategias motivadoras de Murcia que pasa por poner en el autobús la canción del Centario, ese 'Motivos de un sentimiento' que empezó como el prefacio de mi libro 'Sentimiento Atlético', y acabó en tres versiones en las que la rockera tiene una fuerza increíble con el vozarrón del Mono Burgos, entre otros. El 'Califa' ha dejado en un segundo plano los versos ¡Qué manera de sufrir! y ¡qué manera de palmar! y se ha aferrado al verso ¡Qué manera de ganar! y no escatima un minuto para que se vea su manera de currar. Ayer le presionaban sus jugadores, con el contundente argumento del 5-0 al Málaga, para que quitase el entrenamiento de esta mañana y Murcia dijo que no, que no, que a entrenarse.
Mañana descansa el equipo y a partir del martes empecerá a preparar el choque del sábado en el Bernabéu. Un partido para el que será duda hasta última hora Ibagaza, a quien ayer no se echó en falta ante la debilidad del Málaga, pero que será decisivo junto a esa delantera que ya se recita de carrerilla como las de época (Maxi, Ibagaza, Kezman, Torres y Petrov) para afrontar la urgencia histórica de batir al Real Madrid después de nueve años de humillaciones e impotencia ante el eterno rival. Fernando Torres ha recuperado la racha goleadora y en su crecimiento sostenido hacia gran figura, el 'Niño' sabe que el sábado no puede fallar y que para agrandar su leyenda debe marcar en el Bernabéu.
Le lógica euforia de los atléticos no debe hacerles perder la perspectiva y no pueden olvidar que lo mejor para sus intereses sería mover el banquilo y hacer sustituciones en sus gestores, vamos renovar la plantilla de sus dirigentes porque, al margen, o además, de intervenciones judiciales, su gestión ha sido la gran culpable de que el Atlético no haya ganado nada en diez años y sólo se haya clasificado una vez para la Champions League. Por más que esté muy bien lo de la Ciudad Deportiva de Alcorcón, por más, aunque duela, y mucho, que la mudanza del Calderón a Campamento no sería tan mala como el traslado a La Peineta, lo que necesita el Atlético es unos nuevos dueños. Sin duda. Pero sin dramatismos, sin excesos verbales, es necesaria una transición hacia la normalidad, hacia la eficacia y hacia el sentido común.
Escrito por Matallanas | 5:05 p. m. | Enlace permanente