Madrid me Mata (Sport, 17-1-07)
La ‘refinitiva’ de Calderón, la media verónica de Beckham y la peineta de Capello
Como andará la cosa por el club de Concha Espina que ni la victoria ante el Zaragoza, con un buen partido del Real Madrid (Higuaín dejó grandes sensaciones y mostró sus condiciones), ni el hecho de que el equipo blanco haya alcanzado en la clasificación al Barcelona (eso sí, con un partido menos los culés) son suficientes para que los dirigentes madridistas saquen pecho y esgriman los resultados como principal aval de su proyecto, reinventado las últimas semanas con la purga del vestuario. Las buenas vibraciones que ofreció el equipo ante un timorato y desconocido Zaragoza no son suficientes para levantar la moral del madridismo, que no acaba de ubicarse y de digerir las decisiones, las declaraciones y los gestos (peineta de Capello incluida) de los responsables del club.
Ramón Calderón volvió ayer al ruedo. En su faena definitiva. Su rajada, que grabó oportunamente la Cope, en una conferencia ante unos estudiantes puede ser su sentencia. Atacó con dureza a los futbolistas y eso se paga. Su crédito se acaba. Méndez y Duro ya le envolvieron el lunes en Onda Madrid para que soltara unas cuantas perlas de las suyas. El presidente del Real Madrid dejó bastantes titulares el lunes y un nuevo reguero de contradicciones con declaraciones propias anteriores (hasta Lama y Carreño hicieron un montaje ayer en Cuatro con declaraciones en las que Calderón se contradice), pero por encima de todos estuvo la afirmación y el reconocimiento de que Beckham ha toreado al Real Madrid con el reconocimiento tácito de que la decisión de apartar a Becks se ha adoptado por despecho. Y ayer, ante un grupo de estudiantes y el minidisc de Santi Duque, reportero de la Cope, se superó y pudo firmar su final como presidente del Real Madrid. Mira que ha habido presidentes lenguaraces y especialistas en dar titulares cada vez que hablaban. Desde los difuntos Gil y Mendoza, pasando por Gaspart, hasta Lopera. Pero la verborrea imparable, incontenible y voluble de Calderón supera todo lo anterior. No hay un precedente comparable a este presidente en permanente campaña electoral y permanente contradicción.
La faena de Beckham, trasmitida por videoconferencia, esa media verónica, con par de banderillas al violín, ha humillado al Real Madrid, mejor dicho, ha dejado en evidencia a sus provisionales dirigentes que trasmiten inestabilidad y fragilidad institucional. Si lo de Calderón es un caso sin precedentes, también hay que analizar la gravedad de la peineta que dispensó Capello a dos aficionados. Por más que estos seguidores hayan pasado de la raya, el italiano no puede sacar el dedito a pasear. Es un gesto gravísimo que, por más que pida perdón, el Bernabéu le costará perdonarle y el ambiente contra Capello se puede hacer irrespirable de aquí a final de temporada, por más que siga ganando partidos porque el orgullo madridista no olvida y pasa facturas por ese tipo de menosprecios. Después de la chicuelina de Beckham ahora llega el show de Ronaldo. El Milan le quiere gratis (ya están negociando con el jugador). Y Ronaldo, picado en su orgullo, sólo piensa en triunfar para hacerle una peineta a Capello en forma de goles.
Escrito por Matallanas | 5:49 p. m. | Enlace permanente