mata-dor (mi columna de marca del 26-10-07)

Kaká jugará en el Real Madrid. Es feliz en el Milan y no va a porfiar con Silvio Berlusconi, pero acabará jugando en el Real Madrid. ¿Cuándo? Ramón Calderón va a hacer lo imposible para ficharle, y sacarse la espina de su promesa electoral incumplida, antes de que concluya su mandato. Pero ya se han producido movimientos para que un posible candidato le ate como baza para las próximas elecciones a la presidencia del Real Madrid. Ese posible candidato no es otro que Florentino Pérez. El creador de la galaxia madridista aún no ha decidido si se presentará y se encuentra centrado en sus empresas. Pero todo apunta a que volverá presentarse y que lo hará de nuevo como salvador de la entidad madridista, como garante de una nueva regeneración del madridismo. Y lo hará con Kaká bajo el brazo y, quizá, también con Cristiano Ronaldo (que Calderón también le quiere fichar como sea para la próxima temporada) como otra punta de lanza para la apertura de una etapa galáctica.

Kaká quiere jugar en el Real Madrid y aunque Belusconi declaró en exclusiva a Marca que no le venderá nunca, el único capaz de convencer a don Silvio para que traspase a Ricardo Icezson dos Santos Leite (nombre y apellidos de ‘crack’, como los de Pelé) no es otro que Florentino. Además, aunque Berlusconi insista que no le vende, Adriano Galliani, su mano derecha en el Milan, se comprometió con Kaká la pasada temporada a que si ganaban un título le facilitaría su marcha. El Milan, con Kaká de líder, ganó la Champions League, pero Galliani no pudo cumplir su promesa porque el jefe supremo don Silvio no se lo permitió.

Kaká, por su forma de ser, no protagonizará el papel que exigen estos culebrones futboleros de los fichajes. Según me dijo el lunes en el Meliá Milano con el micro de El Tirachinas ya apagado, no apretará al Milan en ningún caso y sólo cuando el acuerdo entre clubes exista, jugará sus bazas. Con esa pinta de guapo de telenovela y de yerno soñado por todas las suegras, fuera del césped es un brasileño atípico que no se va de fiesta. Pero en el campo es otro fenómeno que ganará este año el FIFA World Player y el Balón de Oro, pasaporte obligado para convertirse en galáctico del Real Madrid.