columna publicada en el diario marca (7-11-07)

Por Germán 'Mono' Burgos

“Muchachos uno se puede equivocar en la vida pero la pelota no se mancha”. Así concluía su charla, con esta hermosa frase arrancada de su corazón, Diego Armando Maradona, en su despedida del fútbol. A todo esto, el campo de Boca Juniors que acogió ese partido homenaje y estas sinceras palabras de amor a la redonda, pareció respirar, contenerse, para luego llorar, incluido el que escribe, que no pudo ni quiso retener esas hermosas lagrimas de felicidad, al igual que toda la gente que estaba allí o que lo veía por la tele. Se iba el ídolo, el genio, aquel que tantas alegrías nos había regalado, aquel que con una simple gambeta nos hizo mejores y nos elevó a la altura de los dioses. Luego aquí, en la tierra te encuentras con gente que cree que Diego le ha faltado a alguien, que ha engañado a la gente que no sirve como persona, que es un camino para eludir. La verdad es que no lo entiendo, pues he comprobado varias veces que mas allá del “MARADONA” como fenómeno futbolístico hay una persona. Una persona que sufre, que ríe, que llora, que odia, que engorda, que se opera ,que fuma habanos, que lleva tatuajes, que se enferma y que caga también, cosa rara ¿no? Igual que todos nosotros, por eso me extrañó leer a Fran Rivera el otro día aquí (en Marca) tachándolo de ‘villano’ y eligiendo a Jordan como ‘héroe’. Y, tras verlo vestido de Steven Seagal, pensé, “¿cómo este chico no tiene de héroe a su padre y se ha ido tan lejos a buscar uno?” Creo firmemente que no hay que atacar, o lapidar, al drogadicto, al alcohólico al fumador, al gordo, bulímico o anoréxico, si no buscar que o quien es el que lo produce, vende, distribuye o fomenta. Estos son los verdaderos villanos,e stos son los que en las sombras encuentran su maquiavélico poder. Además, es necesario recordar que nadie esta exento de estas enfermedades, que están mucho mas cerca de lo que la gente cree, a no ser que vivas en un castillito de cristal.

Para terminar solo quiero expresar mi eterna gratitud a Maradona, tan solo por el hecho de que alguna vez, me hizo feliz y esto es lo único que cuenta, al menos para mí. Y como dice el cantautor argentino Sandro: “Para muestra basta un botón, lo demás, a la camisa”.