mata-dor (mi columna en marca, 3-11-07)

Este Atlético de Madrid ilusiona. Encaramado en puestos de Champions gracias a su brutal pegada, a un fútbol vertical realmente ilusionante (¡mayestático Kun!) que recuerda al contragolpe histórico colchonero, el equipo de Aguirre promete y parece consistente. A pesar de sus reiterados desajustes defensivos, da toda la sensación de que no se diluirá cual azucarillo como en las últimas temporadas.

En las oficinas del Vicente Calderón ya trabajan para apuntalar un proyecto en el que ya se han invertido 80 millones de euros. Y los dirigentes del Atlético estudian traer dos refuerzos en el mercado invernal. Se quiere un central y un medio centro. Jesús García Pitarch, director deportivo del equipo, ya peina el mercado y ha estado en Holanda las últimas semanas. (Dicen que ha podido tomar buena nota del belga del Ajax Jan Vertonghen, nacido el 24 de abril de 1987, que puede jugar de medio centro o de central). Pitarch quiere afinar en la contratación porque los jefes del club colocan en su debe el hecho evidente de que las dos plazas de extracomunitarios, por decisión del director deportivo, están ocupadas por dos futbolistas que no marcan diferencias, más bien al contrario, como Fabiano Eller y Cleber Santana (quien hace tres semanas tenía decidido irse porque consideraba que el entrenador no le daba la bola que merece y su situación no parece que vaya a cambiar).

El puesto de central es más complicado de encontrar, en el perfil que se busca: un defensa de garantías para ya y de proyección para el futuro. El mercado alemán podría encontrarse un central de estas características. Aguirre necesita reforzar la plantilla para conseguir el objetivo. Podría lograrlo con lo que tiene (está muy satisfecho con su plantilla), pero en el club saben que deben darle más, toda vez que el mexicano ha entendido la filosofía del Atlético y ha amoldado su modelo inicial por un equipo más ofensivo. El pacto realizado tras el partido de la Nueva Condomina, el último día en el que Atleti dio mala imagen, ha funcionado. Los jugadores han dado el compromiso y el hambre que les exigió el Vasco y Javier ha tirado el equipo para arriba, corriendo riesgos, flexibilizando su sistema, jugando como quiere la grada del Manzanares.

P. D. Lo de Riquelme suena a utopía porque, aunque Cerezo y Gil Marín estarían dispuestos a acometer de nuevo su fichaje y Aguirre le haría un hueco, Román sigue tachado en la agenda de Pitarch.