Leña al mono (Por Alfredo Duro)
¿os suena?
Por Alfredo Duro
¿Y ahora qué? Se pregunta un rubio amigo anticipando los días de vino y rosas que se le avecinan a la selección española: ¿seguimos con el tiro al mono? Se lo pregunta antes de que los suecos se hicieran los suecos y los nuestros, España, hicieran de españoles y se pasaran por la piedra a los suecos. Meritorio y notable pero, como dice otro amigo ilustre, puestos a sacar pecho, lo que de verdad puntúa es pasarse por la piedra a las suecas, así que, menos lobos y menos presumir de mono, que las suecas están donde estaban y nosotros donde siempre: clasificados para la Eurocopa de turno y contando los días que faltan para ser campeones, que de ésta no pasa. Mientras tanto, y sin ánimo de ofender, lo otro, lo del principio, del mismísimo mono dependerá: tiro, leña ó los kilos y kilos de almíbar que durante tanto tiempo han monopolizado su dieta mediática. Cuestión de gustos.
Dice Luis, y se supone que sabe de lo que habla, que tiene fecha de caducidad y, por tanto, hasta ahí hemos llegado. Lo dice porque el personal, que tiene ganas de marcha casi siempre, le insinúa la posibilidad de renovar su contrato con la Federación y tal. Y claro, aunque ya eran más de las doce, el seleccionador se la vé venir y tira de oficio para cerrar un debate que no es tal (sin segundas). Porque esa es otra. Algunos acaban siendo más de Luis que el propio Luis, pero no saben explicar bien por qué. Tampoco es necesario. La España de Luis ha sido como casi todas. Un desafío permanente a la regularidad y la convivencia pacífica. Jugamos bien cuando parece que estamos mal y al revés. Nos preguntan por el músculo y respondemos con eso que ahora se llama talento. Y por el camino, nos vacilamos entre nosotros porque ninguno tenemos ni puta idea de cómo solucionar esa historia del “otro fútbol”que, como es lógico, nos mandará a casa el día que juguemos el próximo partido de esa cosa horrible llamada cuartos de final.
Ahora toca tirar de números y estadísticas, que ahí, al parecer, no nos gana nadie. Resulta que somos la mejor selección del año 2007 porque, mira por dónde, entre tanto tirarnos los trastos a la cabeza y discutir sobre Raúl, nos encontramos con que, este año, no hemos perdido un solo partido. Es lo que tiene haber hecho todos el gilipollas durante el año anterior. Nos hemos metido tanta presión que, al final, y ya con el agua al cuello, no ha habido más remedio que llevarse a todo dios por delante. Cómo esto sigue siendo cuestión de gustos, a aquellos que les interesa les ha dado ahora por decir que Luis es el mejor seleccionador de este año. A mí, como me interesa otra cosa, me sigue dando por decir que, gracias a lo tocapelotas que somos, al seleccionador y a los jugadores no les ha quedado otra que cumplir con su responsabilidad y su obligación. Demostrado, nada como darle leña al mono, aunque, al final, no hay manera de que hable inglés.
P.D: Poco después del fiasco del Mundial de Alemania, la compañía de teatro Amaranta escenificó en Madrid la obra “Tazón de sopa china (o hacer el gilipollas)”. Una excelente demostración de comunicación con el público haciendo uso de teatro, danza, performance, videoinstalaciones y música. En definitiva, un viaje introspectivo con el que sacar a la superficie los sentimientos de los intérpretes. Pues eso.
Duro ¿os suena?
Escrito por Matallanas | 5:26 p. m. | Enlace permanente