Niño, ya eres un 'Champions' (Por Kiko Narváez)
el arquero (artículo publicado en la razón, 3-12-07)
Por Kiko Narváez
Todo transcurría el pasado miércoles 28 de noviembre con normalidad en una jornada más de «Champions». Ese día eran Madrid y Valencia los que acaparaban la atención del futbolero español. En mi caso, y teniendo a mi equipo en capilla para jugar contra el Aberdeen el segundo encuentro de la liguilla de la UEFA, decidí poner el Multifútbol «Champions» para ver «in situ» las incidencias que iban ocurriendo en todos los campos.
Fue a las nueve y cuatro minutos cuando daban paso a Anfield. Córner a favor de los «reds» que impecablemente cabeceaba a las mallas el «9» del Liverpool. Nuestro «Niño» marcaba. No era un gol. Era su primer gol «Champions». Abriendo los brazos se fue con su eterna cara «pumukiada» con dirección al córner. A su derecha no le jaleaba el «Frente Atlético», ni coincidiría la mirada con el «Indi», ni tuvo que maniobrar para esquivar el ramo de flores de Pantic del banderín de córner del Calderón, algo con lo que había soñado desde su época de recogepelotas en el Manzanares, mientras flipaba peloteando en el descanso con los suplentes del primer equipo.
Por esto aguantó durante años, a pesar de tener múltiples ofertas que otros hubiesen aprovechado a las primeras de cambio. Él postergó su marcha arriesgándose a posibles lesiones que impidiesen un futuro traspaso. Soñaba disfrutar una noche de «Champions» con los cincuenta mil del Calderón, pero al final fue su adoptiva y admirada afición de Anfield, donde se respira la esencia del fútbol, quien disfrutó el primero de los muchos que llevarán el sello «Champions». Allí nuestro «Niño» es ya el decisivo «Kid Torres». Lo apuntó con el Chelsea, disparó con el Fulham, cuando desde el banquillo desatascó el partido, e hizo diana en el segundo gol contra el Oporto, amansando sus neuronas y definiendo, como diría D’Alessandro, «donde pastan las vacas». Algo ya habitual en su nueva etapa y que nos congratula.
Por propuesta y filosofía lo veía más en el Arsenal, pero el equipo del gran Benítez le va bien. Rafa arriesgó por él y Fernando ha encontrado en el fútbol inglés partidos rotos y con espacios: un paraíso para sus condiciones.
Quizá la única pega es que en noches mágicas como la del 28-N no hubiese una pequeña franquicia del «De María» en la ciudad de «The Beatles» para que Torres y su entorno (Olalla, Antonio Sanz, Martorell, Petón, Juli…) lo hubieran celebrado como merecían. Con unas mollejitas y un bife y no con los insípidos sándwiches que dan a esas horas en las Islas.
Pero «Niño», ¡no todo iba a ser de color de rosa!
Escrito por Matallanas | 1:24 p. m. | Enlace permanente