J. G. MATALLANAS. Si el Kun se constipa, el Atleti pilla una gripe. Si el Kun acaba el partido en muletas, el Atleti se tambalea. Las pasadas temporadas había Torresdependencia, ahora, 80 millones de euros de inversión después, el Atleti depende sobremanera de Sergio Agüero. Forlán también es importante para este Atlético y su sequía goleadora la está notando el equipo rojiblanco. Pero lo del Kun es algo más. La sensación de desasosiego y orfandad que se ha instalado en el Calderón cuando el argentino se ha ido sin poder apoyar su pie derecho ha sido profunda. Un vacío grande dejó el Kun y se veía al Atleti incapaz de ganar como debía al Murcia. Y los aficionados colchoneros abandonaban el estadio más preocupados del diagnóstico de la lesión del Kun que del nuevo tropiezo en forma de empate ante el Murcia.

Tras realizarle anoche pruebas en la clínica Fremap, el club ofreció el siguiente parte médico: Traumatismo en cara externa del tobillo derecho. Esguince grado uno. Periodo estimado de baja: diez días. Un diagnóstico mucho menos grave del previsto tras ver al Kun retorcerse y llorar de dolor sobre el césped del Calderón.

El Atlético se viene desinflando las últimas semanas. Es evidente que el temprano arranque del equipo con motivo de la Intertoto está pasando factura al equipo de Aguirre, como el propio técnico mexicano reconoció en rueda de Prensa dejando claro que no era ninguna excusa. Acaba la jornada fuera de los puestos de Champions y el nerviosismo en la zona del Calderón empieza a ser palpable. No entrar en Champions, como reconoce hasta García Pitarch, sería un rotundo fracaso. Eso sí, el director deportivo no vincula su continuidad a la clasificación para la Liga de Campeones, como hizo Toni Muñoz en su día con la clasificación para UEFA. Pero el problema del Atlético está más arriba. Y ver al Kun con muletas hace temblar a los fieles colchoneros.

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