Raúl sí, Raúl no
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Raúl siempre se encuentra en el ojo del huracán. De un tiempo a esta parte es el protagonista de los debates. Pero en tres meses el debate ha cambiado sustancialmente El ‘Raúl sí, Raúl no’ de las dos últimas temporadas se centraba en sí Raúl debía ir a la selección española o Luis Aragonés, entonces, y Vicente del Bosque, ahora, acertaban al dejarle fuera de las convocatorias. El ‘Raúl sí, Raúl no’ de estos días pasa sobre sí Raúl debe ser titular o suplente en el Real Madrid. El descenso en la exigencia del debate ha ido a la par con el pobre rendimiento de Raúl en este arranque de temporada.
Nadie sabe como está Raúl. Es un enigma saber que le pasa por la cabeza al delantero de San Cristóbal de los Angeles. Mañana da una entrevista a Méndez y a Duro en La Futbolería de Radio Marca (recuerden, de 10 a 12 de la noche). Desde que hablara en Irdning, el gran capitán ha preferido guardar silencio. Su objetivo era hablar en el campo, pero, de momento, no ha podido apenas alzar la voz. Sólo sabemos de lo que siente Raúl por las declaraciones de Michel Salgado, quien reconoció en la Ser la semana pasada que "Raúl estaba preocupado". También Bernd Schuster puso luz sobre los sentimientos de Raúl. Antes del debut en la Champions ante el flojo conjunto bielorruso, el entrenador alemán reconoció que "Raúl aún no había superado lo de la selección", una confesión que pasó de puntillas en la actualidad y a la que muy pocos sacaron punta. Nadie había dicho con tanta claridad que a Raúl le afectó, y mucho, quedarse fuera de una Eurocopa que, encima, acabó ganando España.
‘Raúl sí, Raúl no’. Pero ahora el debate pasa por sí debe ser titular o su sitio en el once inicial lo debe ocupar Higuain, que empuja fuerte (lo volvió a demostrar ayer el argentino en El Sardinero, donde Raúl volvió a estar desaparecido) por jugar en el sitio privilegiado del siete. Nadie se atreve enterrar a Raúl porque siempre vuelve. Parece que su retorno esta vez se antoja más complicado, pero nadie se erige en pitoniso porque Raúl siempre ha vuelto en sus últimas crisis. A Raúl no le ha beneficiado nada el debate de la selección porque se hizo tan insistente, tan obsesivo que se creó tantos enemigos como defensores. Raulistas y anti raulistas enconaron tanto sus posturas que el perjudicado fue el siete.
A Raúl no le ha beneficiado tanto secretismo a su alrededor. En el último parón por compromisos de selecciones, el capitán del Real Madrid estuvo ocho días sin saltar al césped de Valdebebas a entrenarse. Sólo al final se comunicó que padecía una inflamación en el tendón de Aquiles, cuando al principio se había filtrado un plan específico de tonificación muscular. Todo lo que rodea a Raúl está sellado. Se difunden informaciones que aseguran que el Real Madrid no ha fichado delanteros porque Raúl no quería. Que Villa no fichó porque el siete vetó su contratación. Se dan por ciertas esas informaciones y Raúl no sale a desmentirlas. Como tampoco desmiente que cuente con todo el poder en el Real Madrid. El que calla otorga, dice el refranero castellano, y a este refrán se aferran todos para señalar a Raúl ante el silencio del implicado.
Hay mucha leyenda alrededor del poder, casi omnímodo, que puede tener Raúl en el Real Madrid. Hay cientos de anécdotas en torno a los teje manejes del gran capitán. Pero todo hay que relativizarlo. Todos los adjetivos hay que ponerlos en cuarentena. Estamos ante un futbolista, ante un jugador que ha marcado una época en el Real Madrid y que ha defendido en 102 ocasiones la elástica de la selección española. No deja de ser un jugador que puede estar en el final de su carrera. Sin mayor dramatismo. Un futbolista al que le perjudica que su entrenador hable en pasado (“ha sido”, dijo en la rueda de prensa del sábado Schuster, al tiempo que pedía respeto por su gran carrera) al referirse a su estupendo currículum. Un futbolista que siempre, en los malos momentos, ha vuelto por sus fueros. Pero llegará un momento en el que no vuelva. Y no pasará nada. Como no pasó nada cuando Butragueño dejó de jugar. “Raúl sí, Raúl no”, es un debate coyuntural. Puede volver a hacer goles (¿se volverá a señalar el dorsal número siete y el nombre cuando marque?), por supuesto, porque los marcará con los veteranos hasta los 60 años, porque tiene gol, aunque apenes le quede velocidad. Puede volver. Pero no pasará nada si no regresa. Porque todo tiene su fin. Sin dramatismos. Y sin debates.
Escrito por Matallanas | 1:10 a. m. | Enlace permanente