artículo de intercambio con blogsasuna.com

Por Fermín Elizari

Los aficionados de Osasuna están acostumbrados a sufrir. Son conscientes de que lo más probable es su club nunca vaya a ganar un título, pero ahí reside la grandeza de este equipo, en su humildad. A diferencia de nuestros vecinos de Bilbao, en Pamplona somos conscientes de las limitaciones que suponen ser una Sociedad Deportiva y con una economía de guerra.

Es lo que hay, y el que no esté conforme ya puede ir cambiándose de camiseta... Eso no quiere decir que en el corazón de cada hincha exista un apartado reservado a la esperanza, pero con la base de que la permanencia es la única meta a seguir. Luego te pueden venir entrenadores como Pedro Mari Zabalza, Javier Aguirre o el 'Cuco' Ziganda, que te hacen soñar clasificando a Osasuna a la UEFA, a la previa de la Champions, o incluso a las semifinales de la UEFA. Pero todo esto no son más que unos ligeros aditivos al 'football con aroma a patxarán'.

Los rojillos pecaron de prepotencia a comienzos de temporada. Ziganda contaba con el que algunos denominaron mejor equipo de la historia. Nombres como Plasil, Nekounam o Ezquerro invitaban al optimismo, pero, nada más lejos, Osasuna se sumió en el fango en la primera vuelta. Hasta Patxi Izco varió la política de la directiva y cesó al Cuco nada más comenzar la campaña, con la consiguiente inestabilidad.

Camacho llegó y criticó lo amplio de la plantilla, pero con el de Cieza el grupo ha empezado a carburar, gracias en parte al renacimiento de un denostado Walter Pandiani y a la piña que forma el vestuario. Así, tras una segunda vuelta espectacular, los rojillos confían en lograr la salvación gracias al empuje de los suyos en casa. Pero con los puntos del viejo Sadar no va a ser suficiente, coinciden todos.

Osasuna no ha ganado todavía a domicilio, pero en Pamplona se respira un ambiente de optimismo en los últimos días. El Atlético de Madrid es un grande plagado de jugadorazos, pero de todos es sabido que el conjunto navarro siempre enseña su mejor versión ante los gallitos de la Liga. Lo hizo ante el Barça, a quien tuvo contra las cuerdas, contra el Real Madrid (bendito Pérez Burrul) y contra el Villarreal, y toda la hinchada rojilla espera que su equipo salga al Vicente Calderón a morder.

Porque si algún equipo es más pupas que Osasuna ése es el Atlético de Madrid. A pesar de que a muchos colchoneros les sienta mal este epíteto, al final cada club tiene una etiqueta pegada a su nombre, y al igual que los pamplonicas siempre van a ser sinónimo de 'marrulleros', los madrileños lo son de 'pupas'.

En la capital navarra todo el mundo espera la versión aguerrida de los rojos. Las últimas salidas a Riazor, El Sardinero y Ruiz de Lopera han supuesto tres empates, pero la imagen que ha transmitido el cuadro de Camacho ha sido la de un conjunto inapetente que se conforma con el empate. Y eso que todavía no hemos ganado a domicilio en toda la temporada.

Para batir una racha que dura ya demasiado (desde abril de 2008 que no se gana fuera), el técnico de Cieza contará con la baja por sanción de Puñal, vital en la media esta temporada. El húngaro Vadócz, limitado técnicamente pero fuerte compo un roble, acompañará al genial Nekounam.

Asimismo, Monreal y Miguel Flaño serán duda hasta última hora. Monreal forma junto a Azpilicueta una de las mejores parejas de laterales de la Liga. La afición es consciente de que tarde o temprano emigrarán a otra plaza más fuerte económicamente, y viendo los costados que tiene actualmente el Atleti, no resultaría descabellado que los colchoneros apostaran por comprar el pack conjunto.

Los locales se juegan la Champions, los visitantes la permanencia. Todos los ingredientes necesarios para ver un partidazo entre dos conjuntos que se juegan la vida. Esperemos que los Agüero, Forlán, Maxi y Simao acusen el virus FIFA...