La metamorfosis del Sevilla
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. Sólo han pasado siete meses y parecían dos equipos diferentes. El Sevilla que ganó la Supercopa en el Bernabéu el pasado mes de agosto era un conjunto muy diferente al Sevilla que perdió el pasado domingo en la Liga ante el Real Madrid. El Sevilla sigue contando con muy buenos jugadores, pero da la sensación de no ser tan equipo como lo fue con Juande Ramos en el banquillo. Manolo Jiménez no ha sabido sacar el mismo espectacular rendimiento que consiguió el entrenador manchego.
Dicen que Juande vio que había exprimido al máximo las posibilidades de la plantilla sevillista y que, viendo que ya había tocado techo, decidió marcharse al Tottenham Hotspur. Pero la intención inicial de Juande era la de quedarse, pero Del Nido forzó el divorcio, según fuentes cercanas a Ramos, porque no cumplió su promesa de mejora de contrato. Y en cuanto regresó la oferta de la Premier, decidió marcharse.
Es cierto que el Sevilla arrastra lesiones importantes en la defensa como esgrimió Manolo Jiménez en la rueda de Prensa posterior a la derrota en el Bernabéu, pero estas bajas no justifican el cambio de imagen que ha experimentado el Sevilla en los últimos meses. La plantilla sevillista cuenta con todas las posibilidades, pero, según cuentan desde dentro del club, quizás Manolo Jiménez no ha sido capaz de trasladar el excelente trabajo que realizó en el Sevilla Atlético a la primera plantilla. Y tampoco ha sabido continuar el buen trabajo de Juande Ramos. José María del Nido baraja junto a Monchi alternativas y la sustitución de Jiménez parece cantada para la próxima temporada. Marcelino cuenta con todas las papeletas para entrenar al Sevilla, aunque Gregorio Manzano también tendrían sus opciones, según otras informaciones.
Del Nido necesita dar una vuelta y reinventar el exitoso Sevilla que ha creado. Ha conseguido que un histórico del fútbol español dé el salto de calidad para empezar a ganar títulos. Aún se puede meter en Champions, quedan jornadas, pero la dinámica en la que se ve el equipo no invita al optimismo a la afición sevillista. Habrá movimiento en el banquillo porque Manolo Jiménez no ha dado con la tecla. Y Monchi se lo tendrá que volver a currar para reforzar de nuevo la plantilla. Porque Dani Alvés no aguantará un año más, según reconoció en la Cope tras el partido (espera que este año las negociaciones tengan “un final feliz”, comentó). Y Luis Fabiano también ha declarado que quiere irse sí o sí porque su familia vive asustada en Sevilla tras el atraco que sufrió hace unas semanas en su domicilio.
El Sevilla tiene los mimbres para continuar entre los grandes de nuestro fútbol, donde se ha instalado en el siglo XXI. Esta pequeña crisis pondrá a prueba si la marca Sevilla es sólida. Y los cimientos construidos por Del Nido son fuertes a pesar de la marcha de Juande Ramos.
Escrito por Matallanas | 1:05 a. m. | Enlace permanente