El Madrid, lo que deja el Barça
JAVIER GÓMEZ MATALLANAS. El Barça de Guardiola arrancó en El Molinón. Le metió un set a un Sporting que no acaba de coger el aire a Primera y que encima se quedó en inferioridad numérica por una expulsión. Había cierto nerviosismo ya alrededor del FC Barcelona por haber logrado solo un punto de seis posibles. Pero al Racing ya le pudo golear y el proyecto de Guardiola necesitaba realmente paciencia. Porque se ve un equipo en el buen camino de recuperar un fútbol próximo al del ‘Dream Team’ de Cruyff y al de los dos primeros años de Rijkaard, se aprecia una plantilla bien configurada (salvo algún desajuste en contar con tres delanteros centros como Etoo, Henry y Bojan, aunque el chaval pueda jugar en banda).
Lo que se aprecia cuando te sientas a ver al Barça de Guardiola es que hay un modelo, que existe un patrón de juego. Algo que no se contempla al ver al Real Madrid de Schuster, equipo que, como la pasada campaña, encomienda al contragolpe sus victorias lejos del Bernabéu. Porque el Real Madrid no brilló en El Sardinero y se impuso al Racing gracias a un fútbol de contraataque que ya practicó la pasada campaña con Schuster y la anterior con Fabio Capello. Quizás al madridista no le importará mucho cómo gane su equipo, sobre todo si consigue a final de curso alzar su tercera Liga consecutiva. Pero viendo venir al Barcelona de Guardiola, que aún puede sufrir desajustes y tropezones, se antoja complicado que el Madrid de Schuster aguante el tirón de los culés y, mucho menos, alcance la excelencia prometida por Ramón Calderón cuando decidió cambiar a Capello por el alemán.
El Madrid no enamora, el Madrid aburre. Decía Heinze, tras el mal partido ante el BATE en Champions, que les obligan a jugar bien y a ganar todos los partidos. Pues sí, Gaby, esa es la obligación del Real Madrid, en esa exigencia le ha puesto su brillantísimo historial. Y si no lo hace se le va a criticar. Más que a ningún otro. Más que al Barça. Y los primeros que critican son sus propios aficionados, que ya andan moscas, por más que la brutal pegada que tiene el equipo le permitiera puntuar ante el Numancia y ante el Racing. Pero la visita del Sporting de Gijón, por más que el conjunto asturiano no lleve ni un punto y venga de encajar seis goles ante el Barcelona, no es recibida con tranquilidad. Cualquier rival le resulta incómodo.
Se da la circunstancia esta Liga de que el calendario hace que el rival del Barcelona juegue contra el Real Madrid la siguiente jornada. “El Madrid juega contra el que deja el Barça”. Esto permite realizar la comparativa entre los dos grandes del fútbol español de una jornada a otra. Y puede favorecer incluso al Real Madrid si el Barcelona deja muy tocado a su rival, como ha sido el caso del Sporting. Pero da la impresión, y es muy pronto aún, que el Madrid ganará lo que le deje el Barcelona.
Escrito por Matallanas | 3:56 a. m. | Enlace permanente