¿Pero no eran una piña?
ARTÍCULO PUBLICADO EN ELCONFIDENCIAL.COM
“Tenemos que ser un equipo dentro y fuera del campo”. Las palabras de Guti tras la derrota ante la Juventus revelaron que la piña del vestuario madridista se ha resquebrajado. Han bastado cuatro resultados malos para que se abra una crisis desde el propio vestuario, revelada por uno de los capitanes del conjunto blanco. La temporada pasada concluyó con un vestuario muy unido, los propios jugadores pidieron a Calderón y Mijatovic que no tocara la plantilla, que el ambiente era fenomenal. Llegaron a personalizar en la figura de Diarra y solicitaron que no vendieran al centrocampista de Mali, porque además de dar equilibrio al equipo es un tío sensacional que hace grupo.
Pero han bastado tres meses de competición para que aparezcan los primeros síntomas de desunión. Han bastado tres derrotas y un empate para que salten las alarmas. Bernd Schuster recibió silbidos, alrededor del minuto 70 de partido cuando salió del banquillo al área técnica, de los aficionados madridistas, en un hecho que no había acontecido desde que el alemán se hizo con las riendas del equipo. En el Real Madrid todo se magnifica, especialmente cuando no gana. Se da la circunstancia de que el Barça de Guardiola empieza a funcionar y aunque la distancia en juego es evidente, la distancia en la tabla de clasificación es de solo dos puntos, en Concha Espina empiezan a aflorar los nervios.
El trabajo de Schuster va a ser mirado con lupa en los próximos partidos. No se puede afirmar que su puesto corra peligro, pero se va a analizar al detalle su trabajo táctico, su gestión de la plantilla y si los resultados no acompañan se podría tomar una medida drástica.
¿Y qué ha pasado en el vestuario? Si eran una piña tras ganar la segunda Liga consecutiva, ¿qué ha ocurrido para que se trasmita desunión? La pasada semana hubo una comida de plantilla en el Mesón Txistu, a iniciativa de Raúl, a la que faltaron varios compañeros. Destacables fueron las ausencias de Iker Casillas, Sergio Ramos o Rubén de la Red. Pero se da la curiosidad de que Guti, que ha abierto la veda al descubrir que hay que fomentar la unión tanto dentro como fuera del césped, tampoco acudió a la cena. Alguno de los ausentes más notables a esa comida comentaron que la temporada pasada habían montado ellos varias comidas o cenas y que Raúl, precisamente, había faltado a esas citas y, sentenciaban, “¿y ahora tenemos que ir porque monte él la comida?”
La situación que vive el Real Madrid no es grave. Pero es desde dentro del club y del vestuario desde donde se mandan señales de alarma, que al ser reflejadas en los medios, magnifican la minicrisis. Mañana, con todos los respetos al Málaga, puede cambiar la tendencia con una goleada. Pero las dudas se ciernen con los partidos antes el Barcelona, Sevilla o Villarreal. Aunque la temporada pasada el equipo también parecía cogido con alfileres y solventó estos partidos complicados con bastante solvencia.
Evidentemente, la configuración de la plantilla no es buena. Se vendió a Robinho, al talento, el último día del plazo, y no se fichó a nadie. Sólo llegaron los refuerzos de Van der Vart, De la Red y Javi García. El único futbolista desequilibrante de la plantilla, Arjen Robben, la única promesa electoral que pudo cumplir Ramón Calderón, por el módico precio de 36 millones de euros, juega cuatro partidos y se lesiona. Pueden solucionarlo acudiendo al mercado de invierno, pero no hay precisamente en el mercado, a priori, ningún futbolista que aumente la calidad de la plantilla y los precedentes dicen que los jugadores fichados en invierno apenas mejoran al equipo en el tramo final de la temporada, salvo excepciones, y cuando rinden es en la siguiente temporada. La situación, reitero, no es tan grave, pero son los mensajes que se mandan desde dentro del Real Madrid los que provocan que se venda en los medios que se ha abierto la crisis.
Escrito por Matallanas | 2:24 a. m. | Enlace permanente