La bicefalia está a punto de romperse
mata-dor. artículo publicado hoy en marca
El miércoles 20 de febrero de 2008 escribí en este periódico un artículo titulado ‘La bicefalia que fagocita al Atleti’ (ver) en el que explicaba, según mi opinión, porqué el Atlético de Madrid no ocupa el lugar que le corresponde por historial y potencial y qué le ha llevado a empequeñecerse en los últimos 20 años. Esta bicefalia consiste en un accionista mayoritario que es el que manda, que es el consejero delegado que cobra por su trabajo (ver Memoria del Club Atlético de Madrid SAD), y un presidente que no pinta nada en las decisiones del club, que es un elemento decorativo, un presidente florero que hace de portavoz del club quedando en evidencia en muchas ocasiones porque no se entera de lo que sucede.
Aquella tesis, recabada tras analizar muchos hechos y sucesos en el club, fue refrendada desde dentro del Consejos de Administración del Atlético cuando el consejero Fernando García Abasolo declaró en una entrevista al diario Público (ver), el 15 de mayo de 2008, que “el problema del Atlético es que no se sabe quién es el jefe”. Abasolo, tercer accionista del Atlético, hacía, por primera vez en mucho tiempo, autocrítica desde dentro el club sobre la bicefalia que rige el club. Después de esas declaraciones, Miguel Angel Gil Marín renovó a Javier Aguirre sin consultar ni al Comité de Dirección, ni al Consejo de Administración del club ni, por supuesto, al presidente Enrique Cerezo, en otra demostración más de quien es el que manda en el club, como sucedió con el fichaje de Reyes, que nadie sabe quien le fichó. Abasolo, que fue el único que votó en contra del traslado a La Peineta, por cierto, sigue pensando lo mismo y expresándolo en los Consejos de Administración.
Sucede que un año después, el problema del Atlético sigue siendo el mismo, esa perniciosa bicefalia que le corroe por dentro, que provoca también que la política de comunicación mine desde dentro hacia fuera al club, porque ese departamento, el de comunicación, es una guerra civil permanente por los sectores afines al que manda y al que figura, que quieren controlar la información para su beneficio, sin importarles la imagen que proyecte el Atlético hacia fuera.
La contratación de Abel Resino como nuevo entrenador ha vuelto a evidenciar el problema porque Gil Marín decidió unilateralmente el sustito de Aguirre y Cerezo ni se enteró. Esta vez, parece que Cerezo está dispuesto a tomar medidas y esa bicefalia puede romperse, como revelaba ayer, en su programa de Onda Cero, José Luis Corrochano: “Por cierto, la destitución de Aguirre y el nombramiento de Abel, ha provocado un enfrentamiento en la dirección del Atlético, concretamente entre Cerezo y Miguel Angel Gil Marin. Veremos los acontecimientos de esta semana. Cerezo piensa que Gil Marin le ha engañado. Me da a mi que esta vez no es como las anteriores. Gil Marin debe explicarse ante Cerezo, pero esta vez el distanciamiento parece mucho más grave. Esperaremos a ver como se desarrollan los acontecimientos la próxima semana". Lo que contó ayer Corrochano lo ha comentado Cerezo en varios foros en los últimos días.
Hay quien apuesta porque la salida de uno de los dos, Cerezo o Gil Marín, que se quedase sólo uno al frente, sería la solución. Pero visto los visto, lo mejor para el Atlético de Madrid es la salida de ambos, que vendan el club y lleguen otros dueños que, al menos, no hayan sido condenados por la Audiencia Nacional por estafa, uno, y apropiación indebida, el otro, del Atlético de Madrid. Ayer, a todo esto, uno y otro se reunieron para decirse ciertas cosas a la cara.
Escrito por Matallanas | 11:49 a. m. | Enlace permanente